Cuando admiramos las bellas obras de arte arquitectónico realizadas en el medievo, nos preguntamos quiénes fueron esos autores desconocidos cuyos nombres no han llegado hasta nosotros. Nada sabemos de sus vidas, de sus trayectorias profesionales; por no saber, no sabemos ni sus nombres. Pero eso no merma nuestra fascinacion por la obra y desde luego la curiosidad por el autor. Esa repetida pregunta admirando las pequeñas iglesias del prerromanico asturiano, la esbeltez de las torres mudejares de Teruel, los encajes labrados en la piedra de las iglesias aragonesas o el deslumbrante refinamiento del arte islamico de la Alhambra o la Madraza de Granada, me llevaron a intentar descubrir, o en su defecto, imaginar, a esos creadores que, desafortunadamente, han quedado en el olvido. No se si lo he conseguido. Tarea ardua, casi imposible, con mas ilusion que conocimientos, me adentre en los intrincados fondos de la Historia, siempre con el temor de perderme en ella por desconocida y lejana. Y surgieron esos dos personajes con visos de realidad, Tioda y Aldo de Suley, alrededor de los cuales he tramado historias ficticias que, desee, dieran vida real a esos dos constructores valientes, a los que cuatro siglos les separan, pero cuya pasion era la misma: levantar edificios, trabajar la piedra, dandole ricas formas, porque en ella escuchaban la musica de la creacion y la belleza.
Badi y Georgia, dos periodistas españolas afincadas en Nueva York y Roma respectivamente, investigan el significado oculto del número 11 y su presencia en varios acontecimientos trascendentes en nuestros dias, alertadas por las profecias mayas, el codigo cifrado de la Biblia, la astrologia y otros hechos misteriosos que desvelan que este numero representa un aviso para la humanidad. A esto se suma el acelerado cambio climatico que esta sufriendo el planeta y la aparicion de un peligroso asteroide. Todo parece indicar que el final de nuestra civilizacion esta muy proximo. Una organizacion secreta que aspira a dominar el mundo no esta dispuesta a dejar que sigan con sus investigaciones. En una pequeña iglesia perdida en el Final de la Tierra, hallaran la clave que puede solucionar la inminente hecatombe.