Federico Miguel Santaella Pascual (Cartagena, 1955). Capitán de Sanidad Militar. Licenciado en Geografía e Historia con la especialidad de Historia Antigua y Arqueología por la Universidad de Murcia. Graduado en Paleoantropología por la Universidad de Murcia. Profesor de Tecnología Sanitaria. Ponente en diversos congresos de Arqueología. Director de seminario en la UPCT sobre ingeniería de sistemas de defensa. Conferenciante en distintos foros sobre temas de historia y arqueología. Colaborador y autor de artículos en revistas de historia, prensa, radio y televisión. Organizador de la exposición cartográfica con motivo del centenario de la guerra de Cuba (Museo Militar de Cartagena). Director de excavaciones arqueológicas en la Muralla y Poterna de Carlos III en Cartagena. En 2001 publica su primer libro La artillería en la defensa de Cartagena y su Base Naval, la obra más completa sobre Artillería de Costa. Un libro indispensable para un estudio severo y exhaustivo de la historia de la Artillería en España, del que se han publicado varias ediciones.
Recibe novedades de FEDERICO MIGUEL SANTAELLA PASCUAL directamente en tu email
Los libros de historia no siempre cuentan la verdad y a veces presentan los acontecimientos manipulados y al servicio de intereses espurios. El caso del desastre del 98 es paradigmático de esta realidad. Jamas en la historia de España se ha mentido y manipulado tanto para engañar a las generaciones coetaneas y futuras. Si bien, a finales del siglo XIX, España era una potencia decadente; poseia un Ejercito infinitamente superior al estadounidense, y una flota como minimo equiparable a la norteamericana y tecnologicamente superior, como creo haber podido demostrar. España no perdio sus ultimas posesiones en el Caribe y el Pacifico porque se hubiese de enfrentar a una fuerza militar superior. España perdio los ultimos restos de su Imperio porque nuestros gobernantes habian pactado en secreto la entrega de los referidos territorios a la emergente potencia norteamericana, y para poder justificar esa vileza planificaron una parodia de guerra que, en ningun momento tenian intencion de ganar, aun a costa del derramamiento de sangre española en las tierras de ultramar.