La obra de Ludwig Wittgenstein (1889-1951) es una acumulación, un torbellino de revueltas. La revuelta de una filosofía que apunta a la disolución de todo filosofar embrujado por la gramática. La revuelta del logico que realza lo mistico. La revuelta del soldado frente al sinsentido. La revuelta del que calla su voz filosofica. La revuelta del que impugna el mandato del silencio y se deja sorprender por la diversidad de la accion del lenguaje. La revuelta del que aborrece el discurso de la teoria desapegada de las formas de vida.Wittgenstein encarna, asi, buena parte de las tensiones de la filosofia contemporanea, ejemplificando, en la deriva de su pensamiento, el pasaje desde una metafisica de la imbricacion entre el lenguaje y el mundo hacia una de las formas mas radicales de antiesencialismo filosofico. Leer a Wittgenstein es entrar en la conversacion que la primera mitad del siglo XX lego con mayor impacto para nuestro presente.