Ferdinand Tönnies Tönnies (Oldenswort-Eiderstedt-, 26 de julio de 1855- Kiel, 9 de abril de 1936) fue ya originariamente uno de los partícipes en la iniciativa de la «Asociación para la política social», creada en 1873 (en cuyas actividades participa junto a otros jóvenes eminentes como Weber, Simmel y Sombart), y de la «Asociación Alemana de Sociología» (Deutsche Gesellschaft für Soziologie) constituida en 1909 (junto Max Weber, Werner Sombart y Georg Simmel) e impulsó reformas democratizadoras y la promulgación de leyes sociales. Su idea de comunidad se insertaba en un discurso político-social de carácter crítico, orientado hacia la transformación de la sociedad; un discurso, se ha de realzar, basado en el análisis de los hechos y en la articulación de propuestas para resolver los problemas sociales generados por el proceso de modernización. Entendía que el Estado social en conjunción con la actividad desplegada por las asociaciones y organizaciones de intereses presentes en la sociedad civil debía construir un sentido de comunidad que contrarrestara la lógica mercantilizadora de la sociedad industrial. Es en este marco teórico donde se inserta su propuesta explícita de instauración de un Derecho Social de orientación comunitaria y en abierta contraposición a los postulados del individualismo liberal insolidario.
La obra de Ferdinand Tönnies proporciona una de las perspectivas más relevantes de la tradición sociológica. La visión de la comunidad frente o junto a la asociación-sociedad proporcionan un mapa para interpretar la construcción de la modernidad y una narrativa para comprender cómo transcurre el bucle que realimenta los espacios sociales de los vínculos sociales directos e inmediatos de la modernidad y la posmodernidad. Su obra descubre que tras el éxito de la sociedad están los vínculos comunitarios, tras la especie moderna está la naturaleza comunitaria, tras la humanidad está el encuentro social. La comunidad y la sociedad de Tönnies abren un campo analítico pleno de paradojas y diseñan un camino de veredas y alternativas. Desde la edición de esta obra a finales del siglo XIX, el sociólogo alemán ingresa en el club de los imprescindibles. Desde entonces, la sociología sabe que nada es lo mismo sin la comunidad y la asociación.
Las continuidades y discontinuidades en el proceso histórico se han pretendido captar y comprender a través de la distinción de diversos modelos ideal-típicos de desarrollo histórico: Spencer (status/contrato), Maine (del Status al contrato) 1, Durkheim (de la solidaridad mecánica a la solidaridad orgánica) 2, Weber (de la racionalización simple al proceso de racionalización como elemento caracterizador del proceso de modernización occidental) 3. Se trata de distintas «imágenes» explicativas de la Modernidad. Las «secuencias» de la modernidad. Se insistía en la necesidad de restablecer el espíritu de la comunidad bajo las nuevas formas que exige una sociedad avanzada. Se realzaba la conveniencia de introducir componentes comunitarios y estatutarios en los ámbitos de la vida. No estaban todos, por supuesto, de acuerdo en el diagnóstico, pues mientras que unos ensalzaban la Modernidad liberal, otros defendían una Modernidad alternativa. En esa perspectiva de larga duración del proceso histórico se inserta la conocida dicotomía «Comunidad/Sociedad-Asociación» formulada, clásicamente, por Ferdinand Tönnies.