Un hombre solo vigila la soledad del mundo. RUMOR DE LA MAREA QUEBAJA es, desde su claridad, una honda y severa conversación del poetaconsigo mismo, aunque a veces use la tercera persona. Dirigida a un lectorajeno y complice a un tiempo. Una sospecha de ese "yo es otro" de Rimbaudlate durante toda la tension contemplativa de los poemas, lugares en dondepreguntas y respuestas pierden su nitidez hasta confundirse, territorios endonde el dialogo con la duda de uno mismo difumina los adentros y losafueras. Un retrato de Fernando J Carretero, poeta, en esta ocasion, de unapenumbra llena de luz. ¿Que otra cosa es la belleza?
Hubo tambien largos periodos de silencio. Periodos de maduración, su devenir ineluctable. Sin fuerzas ni tiempo para crear otra cosa que no fuera lo porvenir…