Soledad frente a la vehemente certeza estratégica de las políticas, soledad frente a una tradición que ha perdido toda consistente fiabilidad, soledad frente a la pretensión excluyente del saber institucional; el ejercicio de la filosofia encuentra hoy incrementada su exigencia -al igual que su compromiso. Debe en consecuencia, hoy mas que nunca, aferrarse al caracter natal de su condicion, condicion que descubre en si mismo a la vez que en la realidad de que hace objeto. Debe llevar a cabo su tarea como si ello tuviese lugar por primera vez, mirar el mundo como si este se le apareciera por primera vez. Solo del abismo del que brota este inicio - el abismo de la inagotable originalidad de lo natal- habra de extraer las fuerzas para sobreponerse a toda desfiguradota manipulacion, para poder crecer en el dominio luminoso de su autentica soledad: la que va y vuelve infatigablemente del sentido del nacimiento al nacimiento del sentido, la que se nutre de la unica soledad inquietante con la que el hombre puede habitar sin engañarse toda la riqueza de su mundo plural. Fernando Ojea
En el principio no se da "ser" alguno: en el principio tiene lugar el "nacer". Él es la apertura sin la cual no podríamos haber accedido a nuestra vida ni al mundo con que ella se anuncia, es decr, al propio nacidoque somos y con ello a lo naciente. Es ve
MIGUEL GOMEZ PEÑA, S.L. (LA DRAGONA) 9788488326171
Fernando Ojea nos introduce en una investigación que comienza con un análisis fenomenológico de la angustia -repasando sus antecedentes en autores como Kierkegaard, Sartre, Heidegger y Freud- hasta desembocar, tras una nueva consideracion del concepto de sentido, en un decisivo cuestionamiento de los pilares mismos en que se asienta el pensamiento metafisico desde sus origenes.