La gran aportación de la Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de sanidad vegetal es el establecimiento, por primera vez de un régimen de infracciones y sanciones adecuado a las necesidades y exigencias de la ordenación fitosanitaria, régimen que hasta ahora se venía cubriendo con la remisión a otras disposiciones. En esta obra se aborda el tratamiento que en la nueva legislación merecen estas cuestiones. Por un lado, se presenta la tipología de infracciones y sanciones previstas en la Ley de sanidad vegetal, en particular, las relativas a los productos fitosanitarios. Por otro lado, y dado que las notas que caracterizan esta regulación son la amplitud y vaguedad de tipos, se analiza en profundidad cada una de las conductas infractoras que cabe incluir en cada uno de los tipos enunciados en la Ley. Con ello se pretende proporcionar al sector elementos de juicio acerca de las conductas contrarias a la legalidad fitosanitaria así como la reacción prevista ante tales incumplimientos. Junto a este próposito subyace la convivencia de llevar a cabo una labor informativa en cuanto a las limitaciones y prohibiciones que ordenan el sector. El presente estudio aspira, en definitiva, a ser un instrumento de uso eficaz para todos los profesionales e intervenientes en el sector.
El libro se refiere esencialmente a uno de los aspectos más clásicos de la intervención administrativa en general, y de la intervención administrativa sobre la agricultura, en particular: la policía de sanidad vegetal. No en balde la Ley de Plagas de 1908 es una de las normas pioneras en el tratamiento de las cuestiones sanitarias y se enclava en una época en la que la preocupación sanitaria se había instalado de forma definitiva en nuestra legislación, a través de esa pieza normativa maestra que fue la Instrucción General de Sanidad de 1904, que tanta influencia despertó en la transformación de muchos ámbitos de nuestro ordenamiento jurídico-administrativo.