Francisco Aguilar Piñal

Aguilar Piñal, FranciscoEscribía Rodrigo Caro, que "Tiene Sevilla así en lo antiguo como en lo moderno más doctas plumas, y todos quedarán cortos en la relación de sus grandezas, y yo más que todo". Tal afirmación la han hecho suya los autores de esta obra, que, así mismo, consideran que nadie puede renunciar a su pasado. Todos, hombres y pueblos, somos los que somos por lo que hemos sido. Ahí radica nuestra fuerza, nuestra razón de ser. Sevilla no puede permanecer en la pasividad narcisista del que presume de un pasado sin saber quien lo hizo, como se hizo, porqué se hizo, y que significado tiene para las actuales generaciones.

Esta obra comprende una enorme cantidad de artículos recopilados por su autor y divididos en dos géneros: opinión e investigación. Algunos han sido publicados en periódicos como ABC, Diario de Sevilla o Correo de Andalucía; en cambio, otros son de carácter inédito y aún no han sido editados por ningún medio. En todos ellos, su autor intenta acercarnos a la historia de Sevilla y a determinados hechos particulares que se enmarcan dentro de esta hermosa provincia andaluza.

Un recorrido por la evolución histórica de la Universidad de Sevilla desde su creación en 1505 hasta 1991. Libro breve y claro, ideal para quien quiera conocer mejor la Universidad Hispalense.

Ediciones Alfar acaba de publicar Mis dioses favoritos en el Museo del Prado, un poemario del filólogo y académico sevillano Francisco Aguilar Piñal en el que arte y literatura se unen en un paseo por los cuadros mitológicos de autores como Velázquez, Goya, Rubens, Tiziano o Brueguel que se exponen en la pinacoteca madrileña. El triunfo de Baco, La fragua de Vulcano y Marte, de Velázquez; Saturno devorando a sus hijos, de Goya; Las tres Gracias, El rapto de Europa y El juicio de Paris, de Rubens; Danae y la lluvia de oro, de Tiziano; o El triunfo de la muerte, de Brueguel; son algunos de los cuadros de estos y otros autores en los que se inspira Aguilar Piñal en los veintitrés poemas que contiene esta obra, dedicados a otros tantos dioses.Según asegura el poeta en el epílogo del libro, con este poemario ha querido expresar su admiración por la obra de arte, tanto por la pericia del artista como por la belleza de sus cuadros, pero también por los sentimientos y emociones en ellos expresados y que sintonizan con sus propios sentimientos.Para Aguilar Piñal, que considera a la mitología clásica un laberinto de pasiones, un espejo donde vemos reflejada la condición humana, existe un sentimiento que domina y resume el resto de los expresados en los distinto poemas: el amor, ese sublime sentimiento que nos humaniza y a cuya definición dedica el soneto que cierra el libro.Francisco Aguilar Piñal, miembro de varias academias andaluzas (Córdoba, Cádiz y Écija) y de honor de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, es autor de más de doscientos artículos de investigación, además de numerosas monografías, ediciones de textos literarios y obras de consulta reconocidas en el hispanismo, como la Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII y La prensa española en el siglo XVIII. Además, es editor de la obra Historia literaria de España en el siglo XVIII y ha publicado numerosos libros como historiador, crítico literario y poeta.

Estos Sonetos de otoño, que se presentan en una edición renovada y ampliada, han sido elaborados y retocados durante veinte años en un proceso de composición constante a la búsqueda de la redacción definitiva, meta de superación que quiere emular a los poetas clásicos españoles en la perfección del ritmo y de la rima, alejándose de la lírica de los "novísimos " poetas que desprecian uno y otra. Precede un Elogio del soneto. Francisco Aguilar Piñal, nacido en Sevilla en 1931, es filólogo y académico, profesor de investigación jubilado en el Instituto de la Lengua Española, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, especialista en la historia cultural del siglo XVIII. Autor de más de doscientos artículos de investigación, medio centenar de monografías, diez ediciones de textos literarios y varias obras de consulta reconocidas en el hispanismo, como la Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII, en diez tomos (1981-2001), Romancero popular del siglo XVIII (1972) y La prensa española en el siglo XVIII (1978). Es editor de la más amplia Historia literaria de España en el siglo XVIII (1996). Como historiador de Sevilla ha publicado La Sevilla de Olavide (1966), La Real Academia Sevillana de Buenas Letras en el siglo XVIII (1966), La Universidad de Sevilla en el siglo XVIII (1969), Sevilla y el Teatro en el siglo XVIII (1974), Historia de Sevilla.Siglo XVIII (1982), Historia de la Universidad de Sevilla (1991) y tres volúmenes de Temas sevillanos. Como crítico literario, La obra poética de Manuel Reina (1968) y la vida y obra de Un escritor ilustrado:Cándido María Trigueros (1987). Como filólogo, ha editado dos textos inéditos de teatro del siglo XVIII: Solaya o los circasianos (1982) de Cadalso,y Los menestrales (1997) de Trigueros, además del Plan de estudios de Olavide para la Universidad de Sevilla (1969). La colección Austral cuenta entre sus libros de bolsillo su obra más reciente, La España del absolutismo ilustrado (2005). Es miembro de

Escribía Rodrigo Caro, que "Tiene Sevilla así en lo antiguo como en lo moderno más doctas plumas, y todos quedarán cortos en la relación de sus grandezas, y yo más que todo". Tal afirmación la han hecho suya los autores de esta obra, que, así mismo, consideran que nadie puede renunciar a su pasado. Todos, hombres y pueblos, somos los que somos por lo que hemos sido. Ahí radica nuestra fuerza, nuestra razón de ser. Sevilla no puede permanecer en la pasividad narcisista del que presume de un pasado sin saber quien lo hizo, como se hizo, porqué se hizo, y que significado tiene para las actuales generaciones.