Francisco Hernández

El sueño de conocer la naturaleza africana se hace realidad en Namibia. Su excepcional riqueza animal tiene nombre propio, Etosha. Francisco Hernández, ilustrador de numerosas publicaciones y biólogo, nos presenta un trabajo de campo único, un libro repleto de dibujos y pinturas en los que la maestría del trazo, el exquisito trato de la luz y la honestidad con la que nos muestra el proceso creativo, hagan de éste un libro útil para el naturalista y para el artista que todos llevamos dentro. Es uno de los pocos cuadernos de campo publicados sobre el África subsahariana. Además, el subtítulo Dibujando la naturaleza africana da nombre a la colección que recorrerá buena parte del continente. Un trabajo lleno de belleza y sinceridad que a través del dibujo nos permite viajar a uno de los mayores parques nacionales de África, donde todavía podemos disfrutar del gran espectáculo de la vida salvaje.The dream of discovering African nature comes true in Namibia. Its exceptional wealth of animals has a name, Etosha. Francisco Hernández, illustrator of various publications and biologist, presents his unique fieldwork: a book full of drawings and paintings in which the mastery of his stroke, his exquisite treatment of light and the honesty with which he reveals the creative process, make this a useful publication for the naturalist and artist we all have in us. This is one of the few fieldnote publications on Sub-Saharan Africa. And the subtitle, Drawing African Nature, is the name of a collection that will cover much of the continent. This work is full of beauty and sincerity, and its drawings will take us to one of Africa's largest national parks, where we can still enjoy the magnificent spectacle of wildlife.

Esta antología de poemas de amor y desamor, seleccionados por el autor, reúne versos que bien podrían leerse en cualquier época o idioma, pues apelan a emociones universales, miradas compartidas y sentimientos que salen a flor de piel. En ella se podra confirmar la mirada precisa y el eco fiel con los que la poesia del autor disecciona la rara anatomia de las relaciones interpersonales, la metrica callada que establecen los sentimientos o las imagenes de la atraccion fisica. Son poemas que marcan su propia musicalidad y ritmos o pausas que seran facilmente conjugados por cualquier lector.

En la poesía de Francisco Hernández la revelación se cifra en el encuentro con lo oscuro, sobre la cuerda floja de un lirismo atroz y descarnado. En sus textos, la realidad nunca es lo que parece, pues detrás de la calma engañosa de su verso se oculta otro mundo más turbulento. Sin embargo, la calma pugna por revivir, de manera siempre nueva, las pasiones que le han otorgado sentido a la humanidad desde el principio.

En el centenario de la creación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, encontramos una ocasión inmejorable para la publicación de este maravilloso trabajo de campo que nos presenta Francisco J. Hernández, que fruto de la pasión por este -hasta hace no mucho- remoto lugar, consigue plasmar la esencia del ritmo vital de la alta montaña y sus moradores. Francisco, uno de los ilustradores de naturaleza más reconocidos de nuestro país, posee un don para hacernos viajar a través de sus dibujos y acuarelas, que acompañados de sucintos textos, consigue que lo empírico se vuelva onírico. En el Circo de Góriz, el silencio se adueña del tiempo. Los minuciosos estudios van desde el paisaje con mayúsculas hasta la enorme riqueza que se encuentra en tu entorno más inmediato. Casi hueles la hierba, oyes el viento y sientes la lluvia. En definitiva, se trata de un trabajo que se convierte en experiencia y que en el gran mural de los pirineos aragoneses a nadie deja indiferente.