FRANCISCO J. SATUE

El espíritu irónico y transgresor de los hermanos Marx ha tenido su reflejo en multitud de secuencias inolvidables. Pocas tan intensas, sin embargo, como aquella que se produjo en su accidentada visita al Oeste, cuando fieles a la implacable lógica del absurdo, gritan: ¡Más madera! y desarman los vagones de un tren para que la locomotora siga en marcha y el viaje pueda continuar. Es un viaje sin fin.

¿Fue realmente la Transición ese proceso tan impecable y perfecto que siempre hemos creído? ¿No ha existido, bajo el supuesto espíritu de sacrificio de las fuerzas políticas y su apuesta incondicional por la convivencia, un acuerdo tácito consagrado a la desmemoria y la amnesia histórica? ¿Por qué nadie ahonda en las zonas oscuras, en las sombras, en los enigmas que aún no han hallado respuesta? Se han escrito miles de páginas sobre la «Santa Transición», en palabras de Francisco Umbral, pero el discurso, salvo pequeños matices, es siempre el mismo, intocable y cerrado, empeñado en eludir cualquier viso de polémica. El periodista Francisco J. Satué ha querido rebasar esa raquítica versión oficial, ha indagado en los entresijos de un proceso histórico considerado modélico en todo el mundo y ha analizado las claves que nos permiten comprenderlo en profundidad, atendiendo más a las palabras de los hombres que a los discursos institucionales, partidistas o mitificadores. Con gran maestría narrativa, y como quien encaja las piezas de una trama de espionaje, Satué nos brinda el relato pormenorizado de los principales acontecimientos que marcaron aquella época: las dudas sobre la restauración monárquica por parte de Franco, la meteórica ascensión al poder de Adolfo Suárez, la muerte de Enrique Ruano, el proceso de Burgos, los crímenes de Atocha, el asesinato de Carrero, las hazañas de El Lobo, el «Proceso 1001», el papel del Rey en el 23-F, los sucesos de Montejurra, las periódicas ofensivas de ETA, el «otro» golpe de Estado del 27 de octubre, las intrigas de Perote, los viejos vínculos de sangre entre la extrema derecha y los GAL... Además, nos ofrece extensas entrevistas con algunos de los principales protagonistas y espectadores de la Transición, como Manuel Fraga, Santiago Carrillo, Leopoldo Calvo Sotelo, Carlos Garaikoetxea, Fernando Morán, Julio Anguita, José Luis Balbín o Jaime Mayor Oreja, cuyos recuerdos y opiniones sobre esta etapa fundamental de nuestra historia reciente son especialmente significativos. Sin duda, nos encontram

Contradictorias, polémicas y discutidas son las figuras que articulan este volumen, a manera de irreverente tríptico consagrado a la libertad. Por sus páginas emergen las presencias de Arthur Rimbaud y Donatien Alphonse François de Sade, quien alcanzaria la inmortalidad como Divino Marques; un inquisidor insolito, viajero melancolico y libertino que responde al nombre de Giacommo Casanova, y un escurridizo Conde de Lautreamont, en perpetuo peregrinaje intimo, proclamado con rabia supremapor su alter ego Maldoror, simultaneamente angel, diablo, cantor errante y monstruo. Sus obras, a igual que sus enigmaticas omisiones, asentaron las lineas maestras de lo que podria denominarse una filosofia de lo oscuro , abrieron espacios insolitos en la conciencia humana y contribuyeron a indagaren el espiritu desgarrado del mundo moderno.

Un niño que sufrió los abusos de su padre, que no pudo comulgar con el franquismo de sus progenitores y que acabó siendo fotógrafo de guerra, ese hombre que ha visto y sufrido tanta miseria, no ha olvidado su sueño: cazar un dragón. Solo que no sabe cuál es. Perdido, dirige el relato a su madre, no a la actual sino a la madre que supo cuidarlo de niño, a la madre que aún comprendía sus deseos infantiles. Perdido, busca un dragón al que abatir, una princesa a la que rescatar, o sea, un objetivo en su vida. La noche bífida hace referencia a la noche en que el protagonista relata su vida al amigo Coné y justo después se enfrenta a la muerte. Contando todo lo que le ha ocurrido, comprende que la amenaza viene de sí mismo. Él es su propio dragón. Finalmente deja de huir y se enfrenta a su responsabilidad, a su destino y a su muerte si es necesario. Noche escindida, pues, bífida como la lengua de un reptil, entre vida y muerte, niño y hombre, apariencia y realidad, mundo interior y exterior, fuga y aceptación, enajenación y comprensión.