Francisco Solano

Una voz, una historia, un argumento. Un hombre se encuentra con un mendigo y siente miedo. El mendigo es un antiguo compañero de colegio. Tuvo una biografía y ahora no tiene nada, no busca nada. No es el pasado quien vuelve sino el presente. La necesidad de llenar el presente. Una mujer con rostro de abandono aparece fugaz en una noche de alcohol y soledad. El azar del reencuentro pone en marcha una extraña historia de desamor.

«Bajo las nubes de Mexico» es un libro de viajes, una crónica caleidoscópica, breve y exhaustiva que nos descubre imágenes y asociaciones inéditas en paisajes tan visitados como la mítica Veracruz y

Un personaje, Tomás Villegas, bien instalado socialmente, recibe un día en su despacho un extraño envío: una caja conteniendo una cabeza de rape. Este incidente origina en el personaje un amplio movimiento de inquietud y sospecha que le obliga a rememorar y cuestionar su vida al tiempo que se interroga sobre la identidad del responsable del envio y sus posibles motivos. La novela, a partir de este arranque, desarrolla un juego de espejos y contraespejos a traves de una estructura epistolar que recoge las voces de distintos personajes relacionados, directa o indirectamente, con el protagonistas, que mientras comentan, cavilan y elucubran sobre el incidente ponen de manifiesto sus propias inquietudes, miedos, manias y deseos.

Días antes de divorciarse, una mujer no acude a la galería de arte en la que trabaja; desaparece, al parecer voluntariamente, sin dejar rastro. Su confidente y amiga trata de averiguar qué la ha impulsado a tomar una decisión tan drástica. En la indagación descubre asuntos turbios de la galería, la venta de cuadros falsos de eminentes pintores, y el mundo de relaciones insospechadas en que ella misma vive. Inmiscuirse en otra vida la obliga a recuperar una dolorosa experiencia, velada a los demás, que la enfrentó a lo incomprensible.

La trama de los desórdenes es un libro de textos breves dividido en cuatro secciones que tienen en común el hecho de versar sobre la vida humana entendida como un combate contra lo aparente en busca de la verdadera esencia de las cosas y del ser humano. Tras una primera parte de corte realista titulada Infancia, rememoración de los primeros años de una vida que se inicia bajo el sometimiento a la injusticia de la historia y al poder y crueldad de los adultos, sigue Las enurias, una defensa, con ecos cortazarianos, de la imaginación y los misterios que pueblan las mentes tocadas por la inocencia. Esta última es una constante en los personajes de los treinta brevísimos textos de Fabulario, o bien, Prosa nuclear, tercera parte del libro, muestrario de seres sujetos al caos, a lo imprevisible, al afán por ir más allá de lo aparente y desenmascarar la realidad. Empeño que desemboca en la irónica crónica de un congreso literario en final del libro, Apéndice. Un informe.

En los años de la instauración de la democracia española, el narrador de Tambores de ejecución se estrena como profesor en un instituto de enseñanza media, en Madrid. A esta llegada a la vida adulta, que para él supone cruzar la conradiana «línea de sombra» y que Francisco Solano describe espléndidamente, se suma la inmersión en el enrarecido e inquietante ambiente que se vive en el instituto: su antiguo y dictatorial director ha muerto a raíz de un accidente con visos, nunca demostrados, de asesinato consentido, y quizá incluso inspirado, por todo el cuerpo docente.

¿Se puede escribir para ocultarse detrás de las palabras, para no ser nadie? Antes de franquear un significado, la escritura constata una existencia. Pero ¿qué sucede si la escritura se aplica a la promoción del anonimato? La pregunta sobre el autor comporta una interrogación sobre la responsabilidad. Sin embargo, el discurso debería valer por lo que expone, no por el lugar que ocupa su propietario. En Rastros de nadie se suceden tres capítulos, debidos a diferentes sujetos: un inquilino que lleva una vida de soltero, estando casado; un crítico enfrentado a la anomalía de unas confesiones, encontradas en un armario, de autor desconocido; el marido de una agente literaria que se arroga el derecho de inmiscuirse en una profesión ajena. Tres textos que, al complementarse, se anulan y disuelven, con el propósito de ofrecer al lector una contrariedad que también a él lo disuelva en la última línea.

"El narrador de esta novela, obra de madurez total de su autor, parece recelar tanto de su memoria como de su identidad, pues ninguna le ha procurado un fértil asentamiento en la realidad.

En el amor adúltero los amantes se intercambian, con la misma convicción, sentimientos fingidos y verdaderos. Su ámbito de actuación es la intimidad, donde no hay testigos. Pero ¿que sucede si lo fingido es verdadero, y la verdad, el miedo a sustituir al marido? El anonimo narrador de este relato no escribe para resolver ese conflicto; se conforma "con ser el otro", con comprender la infidelidad. Reconoce en si mismo el apogeo y la caducidad de los sentimientos, y en su amante el abandono que la lleva a deplorar su condicion de casada. Sin embargo, la lealtad conyugal es una sutura refractaria a la pasion, y el amor clandestino acaso no se opone al matrimonio, sino que lo fortalece. Jugaban con serpientes propone una incisiva lectura sobre el adulterio.

Las fotos de José Antonio Carrera son preguntas. Se podría escribir que Carrera, él mismo, es una pregunta.