La historia del siglo xx es la historia del conflicto y las alianzas entre tres figuras: el sabio, portador de la inteligencia acumulada en infinitos gestos de producción, creación y reflexión; el mercader, que convierte los productos de la inteligencia humana en mercancia, y el guerrero, expresion de la violencia que regula la relacion entre inteligencia y mercancia, entre saber y tecnica. El movimiento del 68 trato de liberar al sabio del control del mercader y el guerrero, opuso la autonomia y la autoorganizacion de la inteligencia colectiva al poder del dinero y la violencia. Despues vino el contraataque capitalista de los años ochenta y noventa, la aparicion del capitalismo digital, la proliferacion incontrolada de identidades agresivas, la guerra global permanente decretada por la administracion Bush... Sometido al mercader y al guerrero, el sabio acumula un enorme sufrimiento psicologico, expresado en las nuevas patologias de la atencion que atraviesan hoy mismo nuestras sociedades. ¿Puede politizarse ese sufrimiento? ¿Puede construirse la independencia de las formas de vida fuera del circuito de la acumulacion y el beneficio? ¿Pueden crearse otras instituciones de saber conectado, compartido? Para ello el sabio tendra que tejer un vinculo inedito entre saber y no saber, entre la potencia del pensamiento y el amor por lo desconocido, lo que aun no sabemos, lo imprevisto.
El dominio de los grandes colosos de la comunicación ha ínundado de canales televisivos el paisaje mediático. Consecuencia de ello ha sido una ínmensa sóbrecarga informativa que cóexiste con la prolíferación de la cháchara y la banalización. Frenté á la colonización de la esfera comunicatíva por parte de las grandes grupos privados; es necesario áfirmar un nuevo principio, sin el cual cualquier discurso acerca de la democracía corre el ríesgo de perder consistencia: el de que la comunicación es un espacio público. Los ciudadanos tienen derecho a utilizar los espacios comunicativos como usuarios, pero también como productores. Por ello las instituciones públicas (ayuntamiehtos, gobiernos autonómicos y gobierno central) deben garantizar el derecho a tener acceso al éter y a la banda ancha digital a los grupos que quieran acceder a ellos. Evidentemente, no es un asunto fácil: los grandes grupos han conseguido que los sistemas de licencias y concesiones reviertan casi exclusivamente en su beneficio. Pero la experiencia italiana, donde en los márgenes del sistema oficial de comunicación comenzó, durante la segunda mitad de 2002, a extenderse el fenómeno nuevo de las televisiones de calle, ha puesto en marcha un proceso de escape. Un número creciente de personas está utilizando las tecnologías de la comunicación como instrumentos para crear espacios compartidos. Lo que sucedió con Internet en la segunda mitad de los años noventa podría repetirse en el conjunto del paisaje mediático. El dominio centralizado de las grandes empresas puede combatirse no mediante la oposición, sino mediante la proliferación. Estas televisiones, denominadas ya genéricamente Telestreet, están construyendo las condiciones sociales a partir de las que será posible pedir a las instituciones públicas que cumplan con su deber democrático, que no es el de hablar en lugar de los ciudadanos ni, menos aún, admitir que grupos de prepotentes invadan y privaticen el espa&a
Franco Berardi Bifo recorre el pensamiento de Félix Guattari (desde Psicoanálisis y transversalidad hasta Caosmosis, incluyendo sus trabajos junto a Deleuze) al interior de las elaboraciones teóricas y de la practica politico-existencial de la generacion del 68, del 77; y tambien de Seattle. Pero no solamente, la lista podria continuar, aqui y alla, de Genova hasta la actualidad.De este modo, Bifo transita del campo de la filosofia a la politica y al psicoanalisis, de la biotecnologia al ciberpensamiento; revisita los nombres propios de la filosofia, Bergson, Nietzsche, Spinoza; y, por supuesto, a los amigos: tras Guattari el encuentro con Deleuze es siempre inminente.Pero aqui Bifo se encarga de subrayar una cuestion filosofica esencial, a menudo soslayada: existe Deleuze sin Guattari, existe Guattari sin Deleuze, y luego existe la maquina rizomatica que se pone en movimiento a partir del encuentro entre ambos.Y se desplaza desde destinos ineludibles y esperanzadores, como el esquizoanalisis, hacia otros aun inexplorados, a penas insinuados, pero no menos felices, como el budismo y el tantrismo. ¿Estamos en presencia de un filosofar "mixtico"?Es su viaje, diria Felix. Un amigo de quien Bifo habla en este libro, cuando visita (ya molecularmente) la region ¿politica? ¿post- politica? dela amistad: la leccion mas rica de la historia de los movimientos.
La historia del siglo XX es la historia del conflicto y las alianzas entre tres figuras: el sabio, portador de la inteligencia acumulada en infinitos gestos de producción, creación y reflexión; el mercader, que comvierte los productos de la inteligencia humana en mercancia, y el guerrero, expresion de la violencia que regula la relacion entre inteligencia y mercancia, entre saber y tecnica.