Esta obra hace una reconsideracion atenta de los textos marianos, que permite determinar la esencia de la belleza de maria y la experiencia estetica y espiritual que ella tiene de la belleza de dios.
La editorial Desclée De Brouwer presenta esta serie de comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén, con la pretensión de que ocupen el espacio abierto en el mercado de la lengua castellana entre la divulgacion y la critica cientifica. Los comentarios estan estructurados de forma tripartita: se incluye el texto de la Nueva Biblia de Jerusalen (por pericopas), de modo que el lector del comentario tenga directamente al alcance los parrafos comentados: al texto acompañan un aparato critico, que recoge los problemas textuales mas significativos y las posibles (y legitimas) variantes, y el comentario propiamente dicho. Los comentaristas son conocidos especialistas de la lengua española y algunos expertos exegetas extranjeros. Esta serie de comentarios incorpora el espiritu y el talante cientifico que siempre ha caracterizado a las notas de la Biblia de Jerusalen.
Si nos atenemos a su perfil literario, la llamada Carta a los Hebreos (= Hb) no es una verdadera y auténtica carta. La definición más adecuada del género literario de este escrito puede descubrirse al final, donde es designado discurso de exhortacion (13,22). En efecto, diversos detalles de la obra demuestran que se trata de un escrito de corte homiletico. Sin duda, este discurso de exhortacion no estaba destinado a un circulo restringido de dirigentes de una comunidad, como lo es, por ejemplo, el discurso de despedida pronunciado por Pablo ante los ancianos de la Iglesia de Efeso reunidos en Mileto (Hch 20,18-35). Este sermon tenia la finalidad de ser proclamado ante una entera asamblea cristiana, incluidos sus dirigentes (cf. Hb13,17). Posteriormente, tras haber sido utilizado probablemente en la predicacion a toda una serie de comunidades cristianas de una misma area geografica, fue enviado a otras Iglesias (cf. 13,19.22-25),para ser leido siempre en un contexto comunitario, probablemente liturgico, sino incluso eucaristico. No podemos hablar directamente de autor, pues la carta a los Hebreos es una obra anonima. A partir del proemio del escrito puede constatarse ya que no se trata de Pablo, pues en el, a diferencia detodas las cartas paulinas, no aparece el nombre del Apostol. Mas aun, no aparece remitente alguno. Este dato lo confirman tambien las persistentes diferencias que se aprecian, tanto en el orden estilistico como de contenido, entre Hebreos y los escritos del Apostol.