PREMIO DE LOS LIBREROS FRANCESES Las entrañables vivencias de un abuelo solitario y su nieto de seis años que, durante uno de esos veranos luminosos, a traves de la naturaleza y las cosas sencillas del dia a dia, descubren la importancia de tenerse y aprender el uno del otro. Una novela que ilumina los corazones.Cuidar de su nieto durante todo el mes de agosto, no es lo que mas ilusion le hace en el mundo a este abuelo algo cascarrabias. Le parece un desproposito que acudan a el ahora que los padres se han separado y ninguno de los dos progenitores puede hacerse cargo del pequeño durante el verano. Le indigna, porque en todos estos años apenas se han acordado de que el niño tenia un abuelo, y es que el viejo refunfuñon nunca fue de la devocion de la madre. En este momento entre el anciano ermitaño y el niño de seis años hay mucho mas que una brecha de siete decadas, hay todo un abismo, un universo entero. En cambio, durante ese verano en la casa de madera junto al lago, ya sea por las tardes de juegos y de pesca o bien por los paseos en bicicleta y la ausencia de television... poco a poco, surge una complicidad unica entre ellos, un estrecho vinculo de amor y aprendizaje mutuo que despertara la curiosidad del niño por