«La ruta de Alejandro» es la crónica de un viaje que la autora emprendió en 1954 y que podríamos calificar de histórico-literario. Freya Stark se propone seguir la ruta de Alejandro Magno partiendo de Aleppo y recorriendo, según los textos clásicos que se pueden obtener, prácticamente toda la actual Turquía para así recrear y desentrañar la ruta y vicisitudes que vivió Alejandro Magno. Un libro de viajes, que añade al interés histórico y geográfico una alta dosis de humor.Freya Stark nació en París en 1893. Hija de artistas, tuvo una infancia trashumante. Publicó su primer libro, «The Valley of the Assassins» en 1934, una mezcla de guía de viaje y comentarios personales de los lugares que recorre. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó para el Ministerio de Información británico. Al acabar la guerra siguió con sus viajes y publicó en total dos docenas de libros, entre los que destacan «The Southern Gates of Arabia» (1936), «Letters from Syria» (1942) y «La ruta de Alejandro» (1958). Freya Stark murió en 1993.
En este libro, que recoge su viaje a Persia en los albores de la II Guerra Mundial, Stark da cuenta de un valeroso recorrido por una región que conserva realidades medievales y conflictos anacrónicos. Así, en Luristán, los habitantes presumen de ser magníficos ladrones y, pese a ello, son extremadamente hospitalarios. Enfrascada en la búsqueda de un tesoro escondido, al parecer Stark estableció relaciones personales que habrían evitado que el mundo árabe apoyara la causa del Tercer Reich. Y fue la primera europea que se paseó por el valle de Alamut, en cuya fortaleza vivió en el siglo XIII la secta de los asesinos hashishiyyin (nombre que provenía de la palabra árabe hashish, lo cual podía deberse a que el Viejo de la Montaña, su sumo sacerdote, daba alucinógenos a sus reclutas para lograr su lealtad), viaje que da título a esta aventura.