Seguro que alguna vez te han dicho que aquello parecía el cuento de nunca acabar cuando te has quejado con todas tus fuerzas al tener que comer verduras, apagar la televisión o ir a la escuela. Sin duda te habrán repetido que no se puede tener todo cuando has suplicado que llegaran las vacaciones, que te compraran un perro o que te dejaran comer patatas fritas. Si es así, sigue leyendo.