Sumisiones voluntarias es la transcripción literal de un curso de cuatro meses impartido por Gabriel Albiac en la Universidad Complutense y dedicado a ver surgir el concepto moderno de sujeto político durante el lapso historico de dos siglos, que lleva de la Florencia Medici al Amsterdam de Johan de Witt.Sumisiones voluntarias es, asi, palabra hablada. Y muestra de una cierta concepcion de la docencia que prima, de modo absoluto, la lectura y el analisis minuciosos de los clasicos. Maquiavelo, Guicciardini, Montaigne, Etienne de La Boetie, Pascal y, finalmente, Spinoza son desmenuzados, en un acto de infinito amor y respeto al texto. El comentarista busca en el borrarse, para mejor dejar que suene la voz de aquellos en quienes se forjaron las categorias basicas de las cuales somos hijos los modernos.Todo se juega en torno a un punto de gravedad, al cual el titulo de la obra remite mediante un prestamo del joven Etienne de La Boetie: ¿en que medida la sumision moderna, sin la cual no hay Estado, se alza sobre un monstruoso placer, el de ser siervo?Desde la formula ciceroniana con la cual Isabella d'Este diera lema a su escudo, Nec Spe Nec Metu, hasta los refinados analisis del Spinoza que llama a rechazar entusiasmo, complacencia o enojo, para atenerse a la fria analitica de las determinaciones que constituyen esa cosa entre cosas a la cual llamamos sujeto humano, la lectura de Albiac va exponiendo ante sus oyentes -y ahora sus lectores- el fundamento mas grave del mundo moderno: que ser sujeto es estar sujeto. O -en la version pascaliana- que no hay enfermedad del hombre; que la enfermedad es el hombre.Sumisiones voluntarias es la transcripción literal de un curso de cuatro meses impartido por Gabriel Albiac en la Universidad Complutense y dedicado a ver surgir el concepto moderno de sujeto político durante el lapso historico de dos siglos, que lleva de la Florencia Medici al Amsterdam de Johan de Witt.Sumisiones voluntarias es, asi, palabra hablada. Y muestra de una cierta concepcion de la docencia que prima, de modo absoluto, la lectura y el analisis minuciosos de los clasicos. Maquiavelo, Guicciardini, Montaigne, Etienne de La Boetie, Pascal y, finalmente, Spinoza son desmenuzados, en un acto de infinito amor y respeto al texto. El comentarista busca en el borrarse, para mejor dejar que suene la voz de aquellos en quienes se forjaron las categorias basicas de las cuales somos hijos los modernos.Todo se juega en torno a un punto de gravedad, al cual el titulo de la obra remite mediante un prestamo del joven Etienne de La Boetie: ¿en que medida la sumision moderna, sin la cual no hay Estado, se alza sobre un monstruoso placer, el de ser siervo?Desde la formula ciceroniana con la cual Isabella d'Este diera lema a su escudo, Nec Spe Nec Metu, hasta los refinados analisis del Spinoza que llama a rechazar entusiasmo, complacencia o enojo, para atenerse a la fria analitica de las determinaciones que constituyen esa cosa entre cosas a la cual llamamos sujeto humano, la lectura de Albiac va exponiendo ante sus oyentes -y ahora sus lectores- el fundamento mas grave del mundo moderno: que ser sujeto es estar sujeto. O -en la version pascaliana- que no hay enfermedad del hombre; que la enfermedad es el hombre.
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