A traves de más de 140 fotografías en color y 66 ensayos, Galen Rowell, fotógrafo y montañero de fama mundial, nos enseña cómo transformar el mundo que le rodea en obras de arte intensas y memorables. Explica por que la previsualizacion de la imagen antes de la exposicion es clave para obtener una fotografia llamativa y por que no basta con simplemente intentar reproducir lo que vemos a traves de visor. El truco consiste en aprender a "ver", como "ve" la pelicula, que refleja el mundo de un modo muy distinto al ojo humano. Rowell nos ofrece asimismo consejos sobre algunas cuestiones tecnicas, como la impresion digital o el uso del flash, y practicas, por ejemplo, sobre como viajar con nuestras camaras y material de fotografia y de que prescindir cuando debamos viajar ligeros.Los ensayos reunidos en este tomo (publicados originalmente en la revista -Outdoor Photographer-) componen la cronica de un viaje interior, que se desarrollo a lo largo de mas de treinta años y que le permitio al autor comprender mejor el papel de la imagen en el mundo moderno.Esta obra, la ultima contribucion del artista al mundo de la fotografia, brinda a los lectores una oportunidad irrepetible de enriquecerse con sus imagenes, filosofia y vision.
El nombre de Galen Rowell se asocia siempre a imágenes, quizás para muchos a algunas de las más bellas fotografías de montaña que jamás se hayan visto. Era su pasión, su trabajo, su vida, una vida que desgraciadamente se desvaneció en 2002, al estrellarse el pequeño avión en el que viajaba junto a otras tres personas, entre ellas, su esposa Barbara. Hablar de Rowell supone hablar de fotografía en estado puro. Galen fue y sigue siendo un referente indispensable para cualquier fotógrafo de naturaleza. Por ello, 22 años después de su publicación en español, recuperamos esa primera edición de 1995 que rápidamente se convirtió en una obra de referencia para los amantes de la fotografía. Y aunque técnicamente hoy en día las cámaras analógicas están en desuso, su particular visión y filosofía siguen tan vigentes como entonces. Galen supo como nadie traducir en palabras su asombrosa capacidad para capturar la magia de las luces de montaña. En esta, su obra más significativa, analiza sus particulares «paisajes dinámicos», por él mismo definidos como «fotografías que combinan una visión personal con espléndidos acontecimientos naturales».