Por primera vez se traducen al español los escritos libertarios de Georges Brassens, uno de los autores más audaces, ingeniosos y lúcidos de las letras francesas del siglo XX.En 1946, en París, Georges Brassens cultivo la amistad con algunos activistas anarquistas de su barrio, en concreto con el pintor Marcel Renot y con el poeta Armand Robin (de quien en Pepitas publicamos un libro extraordinariopor su impresionante lucideztitulado La falsa palabra), y estos encuentros decisivos, sumados a la lectura de algunos clasicos libertariosBakunin, Kropotkin y Proudhon, entre otros, llevaron a un joven Brassens a involucrarse en el movimiento anarquista y a colaborar activamente durante unos meses en Le Libertaire, el organo de la Federacion Anarquista, y tambien, ocasionalmente, en el boletin de la CNT en Francia. En Le Libertaire, Brassens ejercio de corrector y secretario editorial, ademas de redactar numerosos articulos. En ese momento, los articulos del periodico no aparecian firmados o lo hacian bajo seudonimo. Se sabe a ciencia cierta que Brassens firmo como Geo Cedille y como Gilles Colin, y aunque por el contenido y el tono hay otros muchos textos donde se intuye la pluma de Brassens, seria presuntuoso atribuirselos con certeza.Estos escritos libertarios, que por primera vez se publican en español, son, como sus canciones, un canto contra los gendarmes y los militares, contra el parlamentarismo y los politicos, contra la religion y el dinero, contra todas las formas de esclavitud e hipocresia humanas, y ponen de manifiesto el alcance contestatario, a veces violento, de la obra de un hombre que siempre huyo de los dogmas y el maniqueismo, que vivio fiel a su compromiso con la libertad y a su rechazo del orden establecido.De las canciones a los poemas, pasando por las novelas y la correspondencia, la obra de Brassens esta atravesada por una necesidad: la del pensamiento libre, contra el dualismo y lo colectivo.La compagnie desuvres, France CultureHace algunos años, en el curso de una discusion literaria, alguien pregunto cual era el mejor poeta actual de Francia y yo conteste sin vacilacion: Georges Brassens. No todos los que estaban alli habian oido antes ese nombreunos por demasiado viejos y otros por demasiado jovenes, y algunos que lo menospreciaban porque era autor de discos y no de libros dieron por hecho que yo lo decia por desconcertar. Solo mis compañeros de generacion, los que gozaron y padecieron Paris en los años ingratos de la guerra de Argelia, sabian no solo que yo hablaba en serio, sino que ademas tenia razon.Gabriel Garcia MarquezTrovador perdido en la era de las maquinas, Brassens nos lego una obra alejada del consenso y el espacio publico, sintesis de la jerga callejera, de la Edad Media y del clasicismo frances.La compagnie desuvres, France Culture
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