"Mi madre creía en mi padre, pero no en el psicoanálisis", afirmó un día Anna Freud. Sin duda, esa es la razón por la cual con frecuencia se ha subestimado a Martha Bernays (1861-1951), esposa devota durante medio siglo del padre del psicoanálisis, con quien tuvo seis hijos. A los veintiún años conoció a Sigmund, seis años mayor que ella, y estuvieron mucho tiempo separados antes de casarse, situación que inspiró al prometido cerca de unas mil cartas. Freud liberó a Martha de la influencia de su madre y la alejó de su fe religiosa. Ese hombre, que se convertiría en un patriarca autoritario, tuvo como discípulas y amigas a mujeres excepcionales con las cuales Martha compartió experiencias y a quienes necesitó en momentos clave de su vida, tal es el caso de Lou Andreas-Salomé o Marie Bonaparte, sin olvidar a su propia hermana, Minna Bernays, y a su hija menor, Anna. Aunque Martha parecía destinada a no ser más que una perfecta ama de casa ocupada, según sus palabras, en "preservar a su marido de las pequeñas miserias de la vida cotidiana", se reveló como una compañera insustituible a partir de los años 1920, cuando el doloroso cáncer de Freud evidenció la fortaleza y la indecible ternura de la anciana pareja. Gérard Badou ha escrito una amena biografía que revela cuán fundamental fue Martha en la vida de Freud. La presente edición en español incluye, como anexo invalorable, una selección de la abultada correspo
Renée Pélagie es prácticamente una desconocida, a pesar de haber sido la esposa del marqués de Sade durante veintisiete años y haber dado a luz a sus tres hijos. La joven Renée Pélagie procede de una familia rica y burguesa que aspira a formar parte de la aristocracia; Donatien Alphonse de Sade pertenece a la nobleza pero carece de dinero. Un matrimonio concertado parece inevitable: se casan en mayo de 1763.Cinco meses despues de la boda, Sade es encerrado en el torreon de Vincennes por haber secuestrado y maltratado a una joven. Este sera solo el primero de una larga serie de encarcelamientos; el marques pasara treinta años de su vida encerrado en diversas instituciones. Sin embargo, Renee Pelagie intentara ayudar a su esposo siempre que este se encuentra en una situacion comprometida. A lo largo de su vida, esta abnegada esposa tratara con delincuentes, sobornara a prostitutas e incluso se disfrazara de hombre para ayudar a su marido a escapar de la carcel. Pero todo tiene un limite, incluso la devocion de Renee Pelagie por el marques de Sade.