Una gélida mañana, en un pueblo de un país de Europa donde siempre parece ser invierno, un hombre cava un hoyo en la tierra helada mientras otro le contempla. El escenario es ominoso: ventisca, nieve, un campo aislado, soldados, camiones que traen a civiles ateridos, ecos sordos de una guerra cercana... El panadero que cava y narra y el maestro que fuma y mira hablan, recuerdan, y sus palabras desvelan poco a poco quienes son, como han llegado hasta ahi, que aciaga sucesion de acontecimientos ha sumido a su pueblo olvidado de la historia en una guerra fratricida. La conversacion, entrecortada y tensa, se desliza entre la confesion personal y la reflexion historica, entre la busqueda de certidumbres y la renuncia a toda certeza. Cae la noche y el hoyo se ha agrandado hasta convertirse en una fosa; la hora esta cumplida, y el desenlace sera tan inesperado e inevitable como una maldicion.
Julius Winsome lives in a cabin in the hunting heartland of the Maine woods, with only his books and his dog for company. That is until the morning he finds that his dog has been shot dead - and not by accident. Gerard Donovan weaves an extraordinary tale of revenge that is also a tender and heartbreaking paean to lost love. Narrated by the unforgettable voice of Julius himself - at once compassionate, vulnerable and threatening - it reads like a timeless, lost classic.
Sunless, un hombre con algunosproblemaspsicológicos, acude al hospital PharmaLake, en Salt LakeCity, dondecuran con píldorastodaclase de trastornos. Pese al tratamiento, Sunlesssiguemostrandosíntomas de esquizofrenia: cree, por ejemplo, que las moscas son temibles espias y ve conspiraciones en todas partes. No obstante, todo da un vuelcocuando se entreve la posibilidad de que, en realidad, Sunlessseafruto de la imaginacion de un jovenllamado Salt. Asi arranca esta entrañablesatira sobre la capacidad de la mente para crear mundosparalelos, un inteligente relato sobre los peligros de la busqueda de la propiaidentidad y el autoconocimiento, que acaba convirtiendose en una critica feroz no solo de las empresasfarmaceuticas, interesadassolo en venderproductos, y de esapsiquiatria que en todo ve un trastorno, sinotambien del delirante mundo actual.
La vida de Julius Winsome, en una remota cabaña de los bosques de Maine, ha acabado pareciendose al paisaje que lo rodea: silencioso, aislado, insondable. Pero cuando su perro, Hobbes, muere a manos de un cazador, en un descuido o en un acto de crueldad, la discreta existencia de Julius, ya en la cincuentena, da un vuelco. Precisamente, Hobbes era lo unico que le quedaba de un antiguo y fugaz amor. En adelante tendra por toda compañia el viejo fusil familiar, con el que su abuelo lucho en la primera guerra mundial, y los numerosos libros que cubren las paredes de la cabaña. Porque la lectura no solo le procura consuelo, sino tambien inspiracion para convertirse en un "inventor de palabras", a imitacion de su admirado William Shakespeare. Pese a todo, la melancolia en que le sume la muerte de Hobbes le llevara a acariciar la idea de vengarse.
Una gélida mañana, en un pueblo de un país de Europa donde siempre parece ser invierno, un hombre cava un hoyo en la tierra helada mientras otro le contempla. El escenario es ominoso: ventisca, nieve, un campo aislado, soldados, camiones que traen a civiles ateridos, ecos sordos de una guerra cercana... El panadero –que cava y narra– y el maestro –que fuma y mira– hablan, recuerdan, y sus palabras desvelan poco a poco quiénes son, cómo han llegado hasta ahí, qué aciaga sucesión de acontecimientos ha sumido a su pueblo olvidado de la historia en una guerra fratricida. La conversación, entrecortada y tensa, se desliza entre la confesión personal y la reflexión histórica, entre la búsqueda de certidumbres y la renuncia a toda certeza. Cae la noche y el hoyo se ha agrandado hasta convertirse en una fosa; la hora está cumplida, y el desenlace será tan inesperado e inevitable como una maldición.