GESINE FROESE

El lado más hermoso del Caribe, playas de ensueño y mucho más: los amantes de la historia encontrarán ruinas de la época de Colón y la iglesia más antigua de América; los descubridores, un montón de zonas sin turistas, y los amantes de la naturaleza, un ecosistema único y variado con bosques de nubes en las cimas más altas, lagunas en la costa y selvas brumosas en primitivas montañas cársticas. La República Dominicana, el país que ocupa la mitad oriental de la isla de Santo Domingo, antiguamente conocida como La Española, forma parte desde hace unos 30 años de los destinos más populares del Caribe. No obstante, el turismo masivo no significa necesariamente falta de clase. En los últimos años la República Dominicana ha hecho enormes esfuerzos por mejorar su imagen creando infraestructuras de calidad. Desde entonces dominan los turistas exigentes, sobre todo en Costa del Coco, al este, donde las plantaciones de cocoteros rodean la playa más hermosa del país. Además del sol y el mar, sus extraordinarios atractivos naturales, sus tesoros culturales e históricos únicos y sus gentes, que reciben a los extraños con la misma cordialidad que en los tiempos de Colón, también contribuyen al éxito de la República como destino turístico. Quien desee explorar el país por su cuenta alquilando un coche o usando alguno de los veloces autobuses climatizados comprobará que la República Dominicana es uno de los países más seguros de Latinoamérica. Los dominicanos son asombrosamente amables y simpáticos. Explorar el país y mezclarse con sus gentes es de lo más sencillo. La República Dominicana reacciona a cualquier necesidad de manera más rápida y flexible que otro lugar. Este es también uno de los secretos del éxito de este país.