"Testigo de las vicisitudes de sus dueños."Los objetos que nos rodean pueden parecernos en ocasiones el emblema de lo que pasa, de lo que se reduce a polvo, pero lo cierto es que muchas veces llegaron antes que nosotros y nos sobreviviran. La casa de este bello relato nos habla en primera persona de las generaciones que acogio y nos cuenta su historia y la de los personajes segun lo que ocurre en sus estancias. Preocupada por su futuro, y sin poder intervenir directamente sobre las decisiones acerca de su destino, es testigo de las vicisitudes de sus dueños, sobre las que extiende una mirada no exenta de ternura.Los objetos que nos rodean pueden parecernos en ocasiones el emblema de lo que pasa, de lo que se reduce a polvo, pero lo cierto es que muchas veces llegaron antes que nosotros y nos sobreviviran. La casa de este bello relato nos habla en primera persona de las generaciones que acogio y nos cuenta su historia y la de los personajes segun lo que ocurre en sus estancias. Preocupada por su futuro, y sin poder intervenir directamente sobre las decisiones acerca de su destino, es testigo de las vicisitudes de sus dueños, sobre las que extiende una mirada no exenta de ternura.Giulia Alberico (San Vito Chietino, 1949) reside en Roma. Ha publicado novelas, ensayos y relatos como Madrigale (premio Ar...
Un autobús que no puede partir a causa de la nieve, una niña, sus primeros libros... Es éste un bellísimo texto en primera persona donde Giulia Alberico, hija de una maestra rural a la que siguió por diferentes pueblos y escuelas, nos habla, en un relato magnetico y maravilloso, de su amor por los libros: la autobiografia de una lectora a traves de los titulos que la han acompañado desde que era niña y adolescente (en la Italia de los años 50 y 60), hasta el dia de hoy. Libros universales que muchos de nosotros hemos leido tambien; o libros que querremos leer enseguida una vez cerremos este. Para todos los gustos, y de todas las epocas. Y libros a los que la autora se acerca como muchos de nosotros: primero tocandolos, oliendolos...