En los últimos siglos medievales Castilla asistió a una renovación en las filas nobiliarias, no tanto en el escalón más alto de la sociedad, sino en sus bases económicas. La vinculación a la Corona, que proporciono señorios jurisdiccionales y participacion en la renta centralizada, unida al aumento de la presion sobre sus vasallos y al control del comercio, contribuyeron al ascenso de un elevado numero de linajes desde el s. XIV. En el caso de los Sarmiento, condes de Salinas, este ascenso no se produjo debido solo a su apoyo a Enrique II o a alianzas matrimoniales y politicas, sino tambien a factores estructurales. Estamos ante un ascenso lento que comenzo en el s. XII con los servicios prestados a monarcas y nobles, y que conto con la fundacion del monasterio de Sta. Maria de Benevivere en 1169 como hito decisivo.