Los arbustos forrajeros son un comodín que se utiliza para suplir la escasez de forraje en determinadas épocas del año, fundamentalmente verano e invierno. Su larga permanencia en campo, que llega a superar los 20 años, su tolerancia a la sequía y la incapacidad del animal par consumir las partes leñosas, facillitan su persistencia, haciendo del arbusto un recurso forrajero barato para los secanos de Aragón.