Las leyes de matrimonio igualitario, de identidad de género, de violencia de género y las de adopción convocan desde diferentes ámbitos a los analistas y su práctica. Esta se cuestiona en una época en la cual las vias de comunicacion (Internet, celulares y otros medios) hacen mas complicado el encuentro entre los cuerpos que, finalmente, se constituyen en sintomas del malestar moderno.Sexualidades y legalidades propone un recorrido por los cruces entre estas nuevas formas de relaciones sexuales y su correlacion con las leyes que intentan y realizan una nueva lectura de las modificaciones de los vinculos entre padres e hijos, entre hombres y mujeres, de la parentalidad (adopcion) y de la sexualidad. Como bien señala la autora, "estas nuevas normas dan cuenta de que no se obedece a las leyes del real biologico, esa naturaleza que es tomada como ley divina", sino que se trata de interpretar la actualidad de las practicas en curso. Finalmente, hay que señalar que para Irene Greiser "los mejores entrecruzamientos discursivos parten de la praxis, y en ese sentido los desarrollos teoricos de este trabajo parten de la clinica y de la necesidad de pensarla desde nuestras categorias. En esos encuentros de investigacion abogados y psicologos intercambiabamos nuestra casuistica en un clima en el cual ningun discurso era superior a otro. Hicimos el recorrido en paralelo".
Si bien el delito es una categoría jurídica, la castración como límite al goce es una categoría analítica, y depende de la relación que cada sujeto tiene con aquello que para él funciona como interdicción. Hablar de sujetos en riesgo o sujetos en conflicto con la ley, es tomar categorías que no son del discurso psicoanalítico, pero pueden ser la oportunidad para que un analista las interrogue desde su propio discurso. La ley que rige para la vida ciudadana es universal, pero el modo de subjetivar esa ley es particular para cada sujeto. A diferencia de otras orientaciones, el psicoanálisis de orientación lacaniana no opera con clasificaciones, así, en los casos de delito, no se trata tanto de encasillar a los sujetos como perversos o borderlines, sino de establecer la relación que dicho sujeto tiene con la ley, que desde el psicoanálisis, introduce por sí misma un phatos que lo divide.