JACK EL DESTRIPADOR

1888. Londres. Una oleada de asesinatos sacude el barrio de Whitechapel. No hay móviles. Un individuo se mueve de madrugada y estrangula a las mujeres y se ensaña con los cadáveres: los despieza, los viscera, los mutila. Arranca y se lleva órganos internos. Deja los cadáveres en la calle y desaparece sin dejar rastro. Nunca se aclararon los casos, nunca se atrapó al asesino. Y aunque Whitechapel era una de las zonas más desfavorecidas de la gran metrópolis, la atención de los medios y la difusión de la noticia trasciende el ámbito local, llega a toda Europa, cruza el atlántico y alcanza el continente americano. ¿Quién no ha oído hablar de Jack el Destripador? Pero, ¿quién sabe algo de Jack el Destripador? De los hechos reales, de las mujeres asesinadas, de los policías que se enfrentaron a la amenaza, de la reacción popular, del papel de los judíos, de las cartas que Jack envió a la policía y a los periódicos, de las condiciones de vida de Whitechapel, de los principales sospechosos, del abrupto fin de los crímenes... ¿Quién sabe algo de cuanto ha quedado oculto tras el mito? Obra selecta supone un acontecimiento editorial: además de ofrecer una reconstrucción detallada de las condiciones en las que se produjeron los crímenes, se publica por primera vez una selección de las cartas que Scotland Yard recibió a nombre de Jack. Cartas donde se amenaza, se autoinculpa, se dan pistas, se exponen el plan global de los ataques, y se reta a la policía que descubra su identidad y le de caza.... Si es que pueden.