¿Cómo, por qué se inventó lo social? ¿Por qué las democracias dignas de ese nombre instauraron en todas partes la solidaridad, el rol social del estado? Este libro, ya clásico, responde a esas preguntas. Lo social se presenta como una invención necesaria para volver gobernable a una sociedad que ha optado por el régimen democrático. Toda su historia se presenta como la búsqueda de una vía que rechace tanto la revolución como la tradición autoritaria, los errores del liberalismo tanto como las ilusiones del socialismo.
La familia, ¿agente natural de reproducción del orden establecido? Seguramente este era el caso bajo el Antiguo Régimen, cuando el padre de familia recibía la garantía efectiva de su poder, de manos del soberano, al que aseguraba como compensación la obediencia de sus miembros. Pero a mediados del siglo XVIII se rompe este equilibrio. Cuando la riqueza, y por tanto el poder, se convierte en un problema de producción y no ya de gasto ni de pillaje, se hace necesario economizar los cuerpos y administrar las poblaciones, consecuentemente intervenir sobre la familia. Este es el papel de la policía, entendido entonces en una acepción infinitamente más amplia que su actual versión represiva: una ciencia del bienestar al servicio de la soberanía nacional. En el siglo XIX, toma los múltiples rostros de la filantropía. Prácticas que confluyen, a principios del siglo XX, en la creación del llamado sector social. De este sector social la familia constituirá el epicentro. Por un lado es el punto de mira de las empresas higienizadoras, que desestabiliza la autoridad patriarcal para poder insuflar las normas que aseguran la conservación, calidad y disponibilidad social del individuo. Por otro lado, es un punto de apoyo de una moralización de las relaciones por medio del ahorro, de la educación y de la sexualización. Así se explica el éxito del psicoanálisis, por su capacidad operativa sobre esta nueva disposición de la relación familia-sociedad.
¿Es la familia un agente natural de reproducción del orden establecido? Así era el caso bajo el Antiguo Régimen, cuando el padre de familia recibía del soberano la garantía efectiva de su poder, y a cambio le aseguraba a este la obediencia de sus subditos. Sin embargo, a partir de mediados del siglo XVIII, este equilibrio empezo a romperse. Cuando la riqueza, y por tanto el poder, paso a ser una cuestion de produccion y ya no de gasto o saqueo, fue necesario economizar los cuerpos y gestionar las poblaciones, y por tanto intervenir en la familia. Tal es el papel de la policia, entendida entonces en un sentido mucho mas amplio que su version represiva actual: una ciencia de la felicidad al servicio del poder nacional. Un siglo despues, este poder adopto las multiples caras de la filantropia: paternalismo en las empresas, moralizacion a traves del ahorro, higienizacion a traves de la medicina. Todas estas practicas convergieron a principios del siglo XX en la creacion del llamado sector social. Y, de este sector, la familia es el epicentro. Por un lado, la familia fue objeto de empresas higienistas que desestabilizaron la autoridad patriarcal para infundirle normas que garantizaran la conservacion, la calidad y la disponibilidad social y productiva de los individuos. Por otra parte, la familia es un punto de apoyo para una moralizacion de las relaciones sociales a traves del ahorro y de una determinada educacion y sexualizacion. En cuanto a la infancia, La policia de las familias aborda dos casos. Primero, la Libertad protegida: la familia burguesa utiliza los aportes de la psicopedagogia para el desarrollo del niño y le controla a traves de una discreta vigilancia. En segundo lugar, el modelo pedagogico se apunta como Libertad vigilada, para dicho modelo el problema es el exceso de libertad, por lo que tratara de hacer al niño apegarse a los espacios de mayor vigilancia: la escuela y el hogar, alejandolo del otro lugar de socializacion por excelencia: la calle. En la educacion publica se plantea por ejemplo que hacer con aquellos individuos considerados indeseables. El exito del psicoanalisis puede entenderse por su utilidad en este nuevo orden de la relacion familia-sociedad. Su pertinencia reside en un discurso que introduce una circularidad entre la ambicion familiar y las normas de los aparatos sociales y, por tanto, un metodo que permite sacar al individuo de la familia y devolverlo a ella a placer cuando lo necesita.