Ahora que la medianoche se deshace y la lluvia marca un ritmo de corazón tranquilo, busca la memoria el agua del origen.
Con esa frase abre Javier Alcaíns La adivinanza del agua, que publica Javier
Ocho capítulos forman este libro: dos enamorados entrelazando requiebros, un desierto de pastores y lugares de nombres sonoros, palmeras y torres, ciervos y palomas. Poco más que esto, pero la poesía tan leve, tan intensa de cada frase nos hace pensar que fueron las primeras palabras de amor que se dijeron sobre la tierra.No hay accion en el libro. Pretendi, al ilustrarlo, que los dibujos recogieran la belleza de las palabras y la reflejaran en colores, en lineas, en amantes felices ella, morena porque el sol la miro.Entre las traducciones que existen al castellano, sin duda la de fray Luis de Leon es la que mejor transmite la gracia arcaica de estos dialogos. Esta fue la elegida. Estas paginas no quieren otra cosa que cantar el amor, vistiendolo de gala.
El Libro de la Revelación, iluminado a la manera de los antiguos calígrafos.Alcaíns decide retomar la extinguida tradición de iluminar libros. Fascinado por los Beatos de Fernando I, San Andrés de Arroyo, San Pedro de Cardeña, Santo Domingo de Silos... opta por la continuidad: Yo unicamente he elegido ser un seguidor de todos ellos, distanciado en el tiempo, pero no demasiado en la concepcion de esta pintura de colores planos, contrastados, de lineas nitidas y bandas irreales. Ahi quedan sus paginas.Javier AlcainsEste hermosisimo codice es fruto del entusiasmo, por lo tanto sin explicacion intelectual, como toda gran pasion. Alcains me envio su interpretacion de la Fabula de Polifemo y Galatea, de Don Luis de Gongora. Nada mas verlo me acorde del bibliotecario de El nombre de la rosa Alcains es bibliotecario y le encargue que con el mismo apasionamiento de que dispusieron los iluminadores de los Beatos medievales crease el Beato del 2000.Manuel Moleiro