Novelista y dramaturgo, ha publicado las novelas Negra conjura(1993), Vidas en el siglo (Premio Ateneo Ciudad de Valladolid, 1996), Arrabal amargo 1999), El diablo a la cola 2000) y Cine Delicias (2006). Entre sus obras de teatro, representadas en diversos países, destacan El sospechoso, Las tinieblas interiores, El vestido rojo, El robo, El naufragio y De la gaseosa al champán. Una constante de su obra es el humor, con fuertes dosis de sátira y de crítica, pero sin caer jamás en el panfleto. Colabora habitualmente con varios grupos teatrales.
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Diversión, sátira, esperpento, ¡Jo, qué tropa...! supone la renovación de la novela española por la única vía posible: la del entretenimiento. Si por un lado esta novela recuerda el esperpento de Ramón del Valle- Inclán, por otro nos obliga a evocar las risueñas ficciones del maestro inglés del humor P. G. Wodehouse, sin olvidar el atrabiliario comportamiento del gordo Ignatius, de La conjura de los necios, a lo que podrían añadirse terminadas actitudes del también obeso Pickwick, del maestro Dickens.
El Aristócrata, uno de los miembros del grupo que puntualmente asiste a las sesiones del Cine Delicias, narra el rterrible suceso que ocurrió en su barrio, anejo al arrabal, cuando el Tres Putas, genio y figura de añagazas destinadas la supervivencia, maestro y artifice de gestos para la territorialidad de su dominio, encontro en el guardia Benito y su descendencia el objeto de todas sus obsesiones. El Aristocrata se sirve de su elocuencia para ilustrar con detalle la sordidez de su historia, prisionera de tiempos absurdos y sombrios.
Diversión, sátira, esperpento, ¡Jo, qué tropa...! supone la renovación de la novela española por la única vía posible: la del entretenimiento. Si por un lado esta novela recuerda el esperpento de Ramón del Valle- Inclán, por otro nos obliga a evocar las risueñas ficciones del maestro inglés del humor P. G. Wodehouse, sin olvidar el atrabiliario comportamiento del gordo Ignatius, de La conjura de los necios, a lo que podrían añadirse terminadas actitudes del también obeso Pickwick, del maestro Dickens.