Actualmente, los satélites y las redes informáticas hacen circular el dinero en un mundo sin ley ni fronteras. El dinero negro se acumula en los paraísos fiscales. A partir de ahí todo está permitido, puesto que ya nada puede estar prohibido Fuera del control de los estados, la gran delincuencia económica y financiera prospera cada vez más, proporcioando el capital que necesiten los mercados financieros.