La imagen fotográfica es ante todo múltiple y cambiante, producto de la mirada de quien fotografía, pero también de una reacción físico-química independiente de su voluntad, que deja una huella aparentemente imparcial del objeto representado como analogia
Hace ya un siglo y medio se sabe que los humanos son seres vivientes entre otros seres vivientes y que la unidad humana es la de una especie biológica que no podemos extraer del conjunto de las formas de vida no humana, que constituyen mucho más que su "entorno". Sin embargo, a esta comprobación que ya es indiscutible, las ciencias humanas y sociales oponen la "Tesis de la excepción humana" al afirmar que el hombre constituye una excepción entre los seres que pueblan la Tierra. Según esta tesis, el ser humano trasciende en su misma esencia la realidad de las otras formas de vida y su propia "naturalidad". Así, el filósofo plantea que el hombre sería un "yo" o un "sujeto" radicalmente autónomo y fundador de su propio ser; el sociólogo insiste en que esta trascendencia se ubica en la sociedad, por esencia "anti natural"; el antropólogo, por su parte, afirma que sólo la "cultura" -la creación de sistemas simbólicos- constituye lo propio del hombre. En El fin de la excepción humana, Jean-Marie Schaeffer se interroga sobre cómo es posible que, a la luz de los avances de la biología, la neurología, la etología o la psicología, la Tesis de la excepción humana siga gozando de tal crédito entre filósofos e investigadores en el campo de los hechos culturales. ¿Por qué es tan persuasiva la Tesis? ¿Cómo se ha mantenido impermeable a los avances de las disciplinas científicas? A fin de responder estas preguntas, Schaeffer rastrea en el cartesianismo, específicamente en el argumento del cogito, el "principio de inmunización epistémica" que ha logrado aislarla de los saberes "externalistas" que la contradicen. A lo largo de su argumentación el autor demuestra que la Tesis de la excepción humana es una visión del mundo cuyo costo, frente a su supuesta utilidad, es exorbitante. De este modo, El fin de la excepción humana busca articular los elementos de una visión integrad
FONDO DE CULTURA ECONOMICA DE ESPAÑA, S.L. 9789505579693
Este libro parte de la discusión de la tesis, ampliamente difundida, según la cual la literatura está en crisis. Jean-Marie Schaeffer se propone demostrar que esta supuesta crisis esconde una más real, que es la de los estudios literarios y el objeto con el cual estos fundan su legi-timidad: la representacion erudita y normativa de "La Literatura". En esta profunda reflexion, el autor sostiene que para analizar el futuro de los estudios literarios es preciso volver a si-tuarlos en el marco mas general de las ciencias humanas y aceptar hacer un desvio filosofi-co que eche luz sobre esas experiencias clave que son la lectura, la interpretacion, la des-cripcion, la comprension y la explicacion.
Contemplar un cuadro o un paisaje, escuchar una obra musical, sumergirse en un universo sonoro, leer un poema, ver una película: esa es la experiencia estética. En el marco de la cultura humana, entre todas las experiencias vividas, es al mismo tiempo la más banal y la más singular. Es singular porque tiene como condición que uno se dedique a ella sin otro fin inmediato más que esa misma actividad; es banal porque no deja de ser una de las modalidades básicas de la experiencia común del mundo. Por lo tanto, se trata de comprender, como lo demuestra Jean-Marie Schaeffer, no la experiencia de las obras de arte en su especificidad, sino la experiencia estética en su carácter genérico, es decir, independientemente de su objeto.