Sólo él podía salvarla del asesino que la había convertido en su principal objetivo... Cuando un paciente suyo murió de manera misteriosa, la doctora Ripley Davis comenzó a buscar respuestas... Pero entonces apareció Zachary Cage, agente de seguridad en cuestiones de radiación, y le lanzó un sinfín de acusaciones. Ripley no disponía de tiempo para demostrarle su inocencia a aquel atractivo hombre. Lo único que la preocupaba era salvar a sus pacientes y mantenerse con vida.Cage había prometido proteger a los pacientes inocentes de los errores médicos, pero el empeño de la doctora por descubrir la verdad consiguió al fin hacer desaparecer sus dudas. Aquella mujer estaba en peligro... pero también era demasiado tentadora.
Cuando un paciente suyo murió de manera misteriosa, la doctora Ripley Davis comenzó a buscar respuestas... Pero entonces apareció Zachary Cage, agente de seguridad en cuestiones de radiación, y le lanzo un sinfin de acusaciones. Ripley no disponia de tiempo para demostrarle su inocencia a aquel atractivo hombre. Lo unico que la preocupaba era salvar a sus pacientes y mantenerse con vida.Aquella mujer entro en la ciudad a lomos de una moto demasiado potente incluso para muchos hombres, con diez dolares en el bolsillo y una herida de bala en el hombro. Maggie Randolf estaba buscando a alguien y huyendo de alguien. Y no habia previsto encontrarse con un hombre en el que podia confiar... el ayudante del sheriff de Timber Falls. Jesse Tanner iba a tener que convencer a la valiente belleza de que podia protegerla. Pero tendria que atraparla antes de que fuera demasiado tarde.
Su destino se debatía entre el deseo y el peligro Stephanie era técnica de laboratorio y estaba aterrorizada por las amenazas de un psicópata asesino. Tenía que falsificar unas pruebas de ADN o perdería a su única hija. Stephanie podía cumplir con sus exigencias… o hacer lo que se había jurado no volver a hacer. Podía confiar en un hombre. Sabía que el detective Reid Peters haría lo que fuera para protegerlas a ella y a su hija, pero sus besos eran una distracción demasiado peligrosa. ¿Podría aquel policía ofrecerles a ella y a su pequeña lo que necesitaban en esos momentos?