Un verdadero thriller detectivesco en sus connotaciones estilísticas y desarrollo narrativo, sabrosamente ornamentado con hitos históricos de la Europa renacentista, nos llega este relato de Jesús Curros Neira. La primera clave comienza a desvelarse ante los atónitos ojos de Pedro Romano en un recóndito y derelicto palazzo de la Vía Sixtina, en la parte vieja de la Roma del siglo xx, donde las miradas de dos personajes, apenas reconocibles en un lienzo marchito, plantean un enigma en la mente del joven sacerdote. Poco a poco nuevos indicios, algunos en forma de fogonazos de intuición; otros, recopilados en bibliotecas, se van acumulando para formar la imagen consistente de un futuro inquietante. La sombra del anticristo es un ejercicio de imaginación, acción vertiginosamente subyugante y, por si lo anterior fuera poco, una muy buena excusa para sumergirse en algunos de los momentos más apasionantes de la historia del Viejo Continente.
Un sorprendente hallazgo en la herencia pictórica de un conocido empresario suizo es el punto de partida de esta apasionante novela histórica. Se trata de un cuadro anónimo datado en 1441 cuya excepcionalidad derrumba muchas de las hipótesis sobre la evolución artística que conduce al Renacimiento. Inmediatamente, la acción nos sitúa en los albores del s.xv en la Toscana, donde un campesino adolescente sorprende a todo aquel que logra ver los dibujos que es capaz de esbozar con solamente una tiza. Paolo Maseto pronto decide que dedicará su vida a desarrollar esta afición que le apasiona; y curiosamente, la fuerza que alimentará esta dedicación será la otra gran pasión de su vida: el amor que siente por la hija de uno de los grandes enemigos de su familia, la bellísima Isabeta.