El Mediterráneo muestra una preocupante imagen de inestabilidad y escaso desarrollo, con brechas crecientes entre ambas orillas. A los factores estructurales ya conocidos, con el conflicto árabe-israelí a la cabeza, se unen la inseguridad generada por la ilegal campaña militar contra Iraq y la amenaza del terrorismo internacional. La UE, por su posición e intereses en la zona, debe ser un protagonista destacado de cualquier esfuerzo por mejorar la situación. El presente texto plantea un repaso crítico a los intereses en juego entre las dos orillas y a los esquemas impulsados por Bruselas. La Asociación Euromediterránea, a punto de cumplir sus diez primeros años, es objeto de un detallado tratamiento que muestra tanto sus escasos resultados como sus potencialidades para crear un espacio de paz y prosperidad compartidas.
El presente libro responde a una iniciativa conjunta de un grupo de investigadores en diversas áreas del mundo árabo-musulmán y del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (Universidad Complutense de Madrid), que muestra un permanente interés por explorar la realidad de otras sociedades, especialmente el papel que en ellas desempeñan los actores civiles, a fin de difundir el conocimiento sobre cuestiones relevantes de la realidad de una zona tan singular, por tantos motivos, para España, como es la de los países de la orilla Sur del Mediterráneo.La elección de Marruecos como objeto de estudio no es, en ningún caso, fruto de la casualidad. Cada vez más, se trata de una referencia palpable en la vida diaria de nuestras ciudades, aunque sólo sea por la creciente presencia de ciudadanos marroquíes que tratan de buscar una mejora de sus condiciones de vida entre nosotros. El hecho de que constituya el colectivo de inmigrantes más numeroso en nuestro país y de que, al contrario de lo que ocurría hace unos años, manifieste una clara voluntad de permanencia entre nosotros, debería bastar para estimular el deseo de conocimiento de su realidad actual, tratando, en primer lugar, de remover los negativos estereotipos que se han ido asentando en el imaginario colectivo español sobre nuestros vecinos del Sur. Al mismo tiempo, debería promover la creación de lazos comunes, tanto en los ámbitos oficiales como en los que afectan a los actores civiles, aprovechando no sólo la relectura de una historia común sino también la construcción de un futuro que sólo puede ser compartido.