Al buscar en nuestro más remoto pasado la historia y el origen de nuestras creencias occidentales, el lector perspicaz que, ajeno a unas convicciones preestablecidas o tradicionales, desea encontrar la verdad así como las certezas que las sustentan, se topa asombrado con que, en el intervalo de los milenios transcurridos desde aquellos hechos objeto de su devoción y hasta nuestros días, se han construido dogmas y confesiones de fe, que han alterado y deformado de forma tan evidente los relatos, como para hacerse de nuevo preguntas que a priori le resultarán incómodas. Ya que los descubrimientos arqueológicos a partir del siglo XIX, la nueva comprensión de la historia y la tecnología de nuestros días, abrieron una ventana que permitió redefinir y explicar, lo que por generaciones había permanecido oculto. Tal es el propósito de este ensayo, en el que Joaquim Carles aporta una perspectiva diferente y generalmente desconocida. Este trabajo se recomienda especialmente, a quienes practican una fe sincera pero que, más allá de los asertos doctrinales sostenidos durante los dos últimos milenios, buscan sinceramente sus evidencias y están dispuestos a ejercer el derecho que a todos nos asiste, para distinguir entre lo cierto de lo falso y la verdad sobre el error.