Entre los grandes exploradores de África, John Hanning Speke fue sin duda el más tenaz. Logró lo que ningún otro consiguió a pesar de ser muchos los que intentaron durante cientos de años y desde los dias de Neron. Fue el primer occidental en localizar las fuentes del Nilo en el lago Victoria. Nadie se lo reconocio en su dia y tuvieron que pasar catorce años desde el descubrimiento, y doce desde su muerte, para que el mundo de la geografia y la exploracion reconociese el valor de sus afirmaciones. De modo que no pudo disfrutar en vida de una gloria bien merecida. Su diario tiene la virtud de contagiar el entusiasmo y despertar en nosotros el espiritu aventurero que guio al autor en su largo periplo. Este libro es el relato de aquella hazaña y hay que leerlo como un libro de aventuras, que es lo que realmente es, con el valor añadido de ser real.
Esta obra en dos tomos recogidos en un solo volumen recoge la fiel y completa traducción al castellano del testimonio en primera persona del explorador británico John Hanning Speke sobre la expedición que dirigio a finales de la decada de los cincuenta del siglo XIX en busca de las Fuentes del Nilo. Aunque hoy sabemos que fue el jesuita Pedro Paez Jaramillo el primer europeo que encontro este enclave geografico en el siglo XVII, es Speke quien ha conseguido abrirse hueco en la historia de la exploracion al documentar con este diario la mision que le encargo el presidente de la Royal Geographical Society, sir Roderick Murchison, en un siglo en el que los europeos se encontraban en una apasionante carrera por explorar los espacios mas reconditos del continente africano. La presente edicion facsimil incluye curiosisimos grabados sobre los animales, la fauna y las gentes que habitaban los lugares explorados, ademas de varios mapas, de los que destaca el que describe la ruta que recorrio Speke con el proposito de encontrar el vinculo entre el rio Nilo y el lago Victoria.