En este libro se habla de los "suicidados de la sociedad", los que resistieron hasta el final de su existencia a la sociedad enferma que les tocó padecer, de sus éxitos y sus fracasos, de su autenticidad; de lo que aportaron. Artaud fue perseguido e incomprendido, sometido a encierro... Pero ¿Dalí? ¿No estamos acaso ante el gran traidor que a la vez que transgrede comulga con los verdugos? De un modo atípico, Dalí fue también un "suicidado de la sociedad", y al igual que Artaud y muchos otros, fue expulsado del surrealismo. Los acompañan Pollock y Warhol. Nadie como Pollock supo hacer real la tan anhelada -para los surrealistas- pintura automática, y sin nada que ver con el surrealismo ni con el inconsciente ni con ninguna lucubración metafísica, es el artífice de una revolución que ofrece mayores posibilidades azarosoexpresivas que las técnicas surrealistas. Por su parte, Warhol es la continuación de las propuestas antiarte de Duchamp y la puesta a punto de las aportaciones de Dalí a la cultura de masas. Warhol sirve aquí, además, para mostrar la desembocadura de los artistas que buscan la relación estrecha entre arte y vida
En este nuevo libro Jorge Juanes parte de la premisa de que la biografía, osada e imprevisible, de Goya está desde luego en su obra, es su obra. Con ella nos invita a dialogar dejando de lado la erudición paralizante. Lo que el lector tiene entre sus manos es, pues, un ensayo, una aproximacion que deja muchas cosas en el tintero pero sin dejar de perseguir obsesiva, implacablemente lo esencial. A través del comentario filosófico de toda la obra de Goya -en discusión con los comentaristas y críticos más importantes-, Juanes explica la originalidad del pintor español: apenas comenzado el siglo XIX, el pintor reconoce, en sus imágenes, que la modernidad institucional carga en sus entrañas una nueva figura de la barbarie cuyo poder destructivo no tiene parangón en la historia y cuya empresa depuradora se encuentra fundada en dogmáticos discursos de saber.
La inter`pretación del autor gira en torno a la crítica que hace Duchamp al ocularcentrismo convertido en fetiche de la plástica occidental y examina asimismo la rela
Leonardo es el artista del que mas se ha escrito. Nunca faltan a la cita el leonardo humanista y universal, el científico, el ingeniero, el diseñador de maquinas de guerra y el experto en estrategia militar, el vocero de sectas heréticas, el inventor incasable, el estudioso de los fenómenos ópticos y el gran pintor dibujante. Estamos ante una personalidad compleja y enigmática que da para todo incluso para la charlatanería. Quienes se han acercado al vasto mundo de Leonardo se han sentido rebasados. ¿qué buscaba? ¿en qué creía? ¿cual es su relación con el cristianismo y con las sabidurías arcanas? ¿por qué pinto tan poco? Y ¿su sexualidad? Y ¿sus pasiones? Y ¿su relación con los hombres de poder? Lo cierto es que ningún interesado en el arte puede soslayar sus ideas estéticas y sus aportaciones plástico-constructivas. Ya no se trata de interrogar solo por la aportación de leonardo al arte de su tiempo e, inclusive, por su significado en el nacimiento de los modos modernos de concebir y de ver, sin no de atender a otra pregunta: ¿a que orden del saber pertenece su obra? Para responder a estas interrogantes, jorge juanes se propone relacionar el orden formal inequívocamente leonardesco con las ideas plástica y las concepciones filosófico-religiosas del artista. Las obras analizadas tendrán siempre la última palabra.