FONDO DE CULTURA ECONOMICA DE ESPAÑA, S.L. 9789681680442
Benito Juaréz (1806-1872) no siempre expresó su pensamiento en horas de sosiego, sino a menudo llevado por la exigencia de la acción inmediata que no deja tiempo para redactar juiciosamente amplios textos. En tal situación concibió gran parte de sus informes, dictámenes, manifiestos, comunicados y, por supuesto, muchas de las cartas que ininterrumpidamente dirigió a su familia y a los hombres que con él compartieron la responsabilidad política. La lectura de su abundante epistolario —que se conserva en buena proporción— es la mejor forma de enterarse acerca de cuál era su actitud ante los hechos cotidianos. Afectos, contrariedades, órdenes, reproches, consejos, entusiasmos, aparecen en estas páginas escritas o dictadas por el gran Presidente mexicano. La historia de México vivió con Juaréz algunos de los momentos de mayor relieve para el desarrollo posterior de su sociedad. Por encima de todo fue el imperio de la Ley su preocupación constante, único medio de contrarrestar el desorden en que se encontraba la República y concluir con la injusticia y el predominio de los menos sobre los más. Por ello se empeñó denodadamente en dar a México una Constitución que sujetara los desmanes de quienes, aun dentro de su propio partido, persistían en obrar al margen del derecho de los demás. Lo mismo en las revueltas internas que frente a las guerras intervencionistas, su energía contra las transgresiones de la Ley y su inquebrantable fe en el triunfo de la causa liberal fueron —y este Epistolario así lo testimonia— un elemento que dio cohesión a la vida institucional de la República. De la totalidad de las cartas, Jorge L. Tamayo, el preparador de esta segunda edición, corregida y aumentada, ha hecho una nutrida selección que, distribuida cronológicamente, refleja la historia misma de una época —de 1848 a 1872— juzgada por su principal actor. Breves presentaciones de cada uno de los capítulos hacen que el lector se informe adecuadamente