Tras la exitosa edición de Bajo los cielos de Asia, libro de corte autobiográfico de Iñaki Ochoa de Olza, Saga Editorial publica ahora una obra que refleja todos los detalles de la impresionante operacion con la que se intento salvar su vida en 2008. El titulo, Los catorce de Iñaki, se refiere tanto al numero de ascensiones a ochomiles que habia conquistado el himalayista navarro como al de escaladores de renombre mundial que no ahorraron esfuerzos y sacrificios para rescatarle tras haber sufrido un derrame cerebral.Todo comenzo el 19 de mayo de 2008 en la Arista Este del Annapurna, cuando Iñaki Ochoa de Olza se desvanecio a 7.400 metros de altura. La unica persona que le acompañaba, su amigo rumano Horia Colibasanu, llamo por radio pidiendo auxilio, y a partir de entonces se inicio una operacion de salvamento epica, en la que se volcaron esos catorce himalayistas y decenas de personas mas en Nepal y otros paises del mundo. Todas lucharon desesperadamente contra el reloj para intentar bajar a Iñaki de una altura casi imposible en una de las montañas mas salvajes, bellas e inaccesibles del planeta.Los catorce de Iñaki, escrita por el periodista Jorge Nagore, amigo de Iñaki e integrante del grupo que coordino desde Pamplona la operacion de rescate, cuenta la historia de esos cinco dias de mayo en los que se actuo contra la logica y el destino. Es la cronica de una extraordinaria historia de solidaridad impulsada por el impacto que Iñaki Ochoa de Olza causo en cuantos le conocieron durante una vida plena, feliz y propia por la que peleo hasta el ultimo instante.
El ciclismo es un deporte apegado a la mitología y a la estatura colosal de una serie de nombre propios, pero también al poderosísimo influjo que ejerce sobre él una prueba sin igual: el Tour de Francia. Saga Editorial contribuye a la abundante literatura deportiva existente sobre esa competición con la obra titulada No querían ganar, que, con un planteamiento novedoso y un ritmo trepidante, explica la irrupción de la modernidad en el ciclismo durante la disputa del Tour de 1983. En la edición de ese año, la ausencia del gran campeón Bernard Hinault, entonces lesionado, propició la aparición fulgurante de jóvenes corredores que iban a convertirse en estrellas durante los años siguientes. Además, la destacada actuación de Ángel Arroyo y Perico Delgado representó la recuperación del ciclismo como deporte de masas en España.