El contacto directo con el diario vivir constantemente nos pone de relieve la cantidad de contrasentidos, absurdos, abusos de poder, cuando no de maldades, que se producen en nuestra sociedad occidental y muy especialmente en nuestra España, siendo siempre los mas perjudicados la gente llana, la que trabaja, la que no tiene recovecos, en una palabra la buena gente de siempre. Esto hace que cuando observas y ves todos estos abusos y engaños te sientas incomodo y con necesidad de denunciarlos o cuando menos de ponerlos de manifiesto, para que se conozcan tal como son y asi empezar entre todos a corregirlos. Todos dentro de nuestras posibilidades hemos de ser valientes, esforzarnos, dar la cara. Este esfuerzo hay que hacerlo siempre, si no la corrupcion y la maldad no se frena, no se reprime ni se reduce, alcanzando cotas tan exageradas que terminan eclosionando, reventando, produciendo grandes hecatombes sociales.Que estos males y abusos no son de hoy es mas que evidente. Para muestra vale un boton, aunque el boton que voy a mencionar es de alta estima, origen y calidad. Me refiero a la obra analitica de la sociedad española y europea de su epoca de Jose Cadalso, que titulo Cartas marruecas y que vio luz (o lo intentaba pendiente de la autorizacion, es decir de la censura) en 1774, durante el reinado de Carlos III. Por esto mis reflexiones de la sociedad occidental y de la España de hoy, como se refieren a temas desconexos pero que tienen como origen muchas veces los mismos males que observaba Cadalso, me he permitido escribirlas como cartas dirigidas a Cadalso o a sus personajes, explicandoles e informandoles de lo que hoy nos sucede.