En los días de la beatificación de un importante personaje español, un pintor madrileño viaja a Roma con la intención de pasar una temporada en la ciudad eterna. Durante una visita a una galería de arte conoce a Lena, con la que establece una relacion de complicidad y atraccion.
El seminario era un copioso hormiguero de hormigas de todos los tamaños: las gordas y plácidas hormigas que no parecen tener dientes y que viven del celo de las menudas, y las hormigas inquietas y nerviosas, capaces de tragarse con su impaciencia y voracidad los mas floridos huertos. Muchachos de todas las edades, de las mas diversas procedencias y con los mas distintos matices espirituales, incluida la patologia, todo un orbe cerrado donde a la generosidad se enfrenta la hipocresia y a la voluntad de pacificacion los mas abrumadores casos de violencia interior, almas indisciplinadas, que si a veces permanecian calladas y sumisas era por lo que el seminario tenia de colmena artificial o de tranquilizante invernadero.