Nuestro vocabulario ha experimentado, a lo largo de los últimos años, una importante evolución, más bien revolución. La crisis que padecemos nos enfrenta todos los días a situaciones en las que nuestra capacidad para comprender los mensajes que los medios de comunicacion quieren trasladarnos encuentra barreras dificilmente superables con la formacion convencional que la gran mayoria de la sociedad ha recibido.Todos los dias amanecemos preocupados por lo que pueda crecer durante la jornada la prima de riesgo y por el tipo de interes que pueda alcanzar el bono a 10 años. Nos estremece pensar que puedan aparecer en cualquier momento, en nuestras rutinarias vidas, los hombres de negro enviados por la inescrutable troika comunitaria. Los medios de comunicacion nos anticipan, en grandes titulares, que el rescate esta proximo y ello, sorprendentemente, nos angustia y acongoja. ¿Que explicacion puede tener ciudadano medio que interpela sobre cuales son los males de un rescate por parte de nuestros socios si tenemos graves dificultades de financiacion? Nos acostamos mas pendientes de los mercados que de nuestros problemas personales y familiares... todas estas dudas pueden resolverse con este Diccionario para entender la Crisis, con un lenguaje claro, directo, alejado de los tecnicismos, y aderezado con las viñetas del inigualable Ricardo, explica de una vez por todas esa nube de terminos que nos atormenta absolutamente a todos.