Misión para dos muertos es el relato novelado, pero rigurosamente ajustado a los hechos, de una acción que el Cesid planificó y realizó en 1984 en colaboración con los Servicios Secretos alemanes. Aprovecharon el viaje a la costa mediterránea de tres militantes de la llamada Banda Baader-Meinhof para amigarlos con dos agentes de los servicios del espionajes español, perfectamente camuflados de ultraizquierdistas deseosos de acción directa.
Más allá de las especulaciones de los articulistas, el antiguo responsable de la Agrupación Operativa de Medios Especiales del Cesid, -quien tras las destituciones que siguieron al 23 F dirigió la lucha contra los elementos involucionistas de las Fuerzas Armadas- detalla la implicación de los servicios secretos en la intentona golpista de hace ahora veinte años. Una trama en la que muchos de sus implicados no llegaron a saber nunca qué papel jugaron. En opinión de este autor, la dirección del Cesid ocultó todas las pruebas para evitar que se procesara a muchos golpistas que actuaron en las sombras.