Llevaba 14 años sentado en el Congreso de los Diputados y había sido capaz de sobrevivir a todas las luchas intestinas del PSOE sin que sus correligionarios supiesen a ciencia cierta con quién o contra quién estaba. Los errores de José Bono le convirtieron inesperadamente en secretario general del partido y, desde allí, fabricó su propio personaje, el 'político del talante', al que la suerte y la necedad de sus rivales auparon hasta la Presidencia del Gobierno. Ciertamente, el poder transforma porque el discreto Zapatero empezó a batir récords de osadía: quiso reinventar del Estado de las Autonomías; emprendió un arriesgado proceso de negociación con ETA, cuyo fracaso metamorfoseó al 'pacificador' en 'implacable'; y se disfrazó de radical con una política económica extraída de la ortodoxia más liberal. En Zapatero 'el rojo' son los propios allegados al presidente del Gobierno quienes le retratan. Amigos y enemigos, compañeros y rivales ponen al descubierto sus juegos malabares, desde que puso un pie en el despacho que ocupó durante décadas Felipe González hasta que llegó al Palacio de la Moncloa, su mutación de Bambi en Maquiavelo, y su repertorio político, de optimista irredento a frío y calculador gobernante. ¿Quién y cómo es Zapatero en realidad? La suma de todas las respuestas está en este libro, el relato de los siete años más importantes de su vida.
Florentino Pérez ha marcado una época en el mundo de los negocios. Nadie podrá ver en él al Mario Conde que se estudiaba en las facultades de Económicas ni al Juan Villalonga que protagonizó un reality show en Telefónica. Su camino como presidente de ACS y del Real Madrid ha sido otro, más prosaico pero mucho más efectivo. El cultivo de las relaciones personales hasta límites inimaginables, la dedicación completa a ese amiguismo tan hispano, siempre en connivencia con el poder político y bordeando el tráfico de influencias, han hecho de este ingeniero de Caminos uno de los personajes más poderosos y ricos del país. Si algo obsesiona a Pérez es su propia imagen, abrillantar la estela de hombre templado y cabal hecho a sí mismo, de buen gestor, ciudadano ejemplar y trabajador infatigable. El verdadero Florentino tiene un poco de ese cóctel y de otros ingredientes ocultos, que le hacen ser prepotente, colérico y vengativo, como un moderno Jano de dos caras. Las luces que ha atraído sobre sí han conseguido oscurecer a sus socios y colaboradores, cuya contribución resultó decisiva en los éxitos que el constructor se atribuye en exclusiva. A diferencia de otros ricos de mayor alcurnia, a Florentino, con sus más de 600 millones de euros de patrimonio, no se le caen los anillos por descolgar el teléfono. Persigue a los concejales de Urbanismo, adula a los ministros y a los presidentes, presiona a los periodistas. No delega. Desde el palco del Real Madrid, transformado en el santuario de las influencias, Florentino Pérez oficia de sumo sacerdote. El conseguidor también trabaja los domingos.