En un lenguaje directo y sencillo, el autor de este libro nos convence de que la fe cristiana ilumina como ningún otro recurso nuestro siempre sombrío horizonte de seres mortales. El cristiano, como todo mortal, se enfrenta ante el acontecimiento de la muerte desde una doble perspectiva. Verla al mismo tiempo como el fenomeno mas natural e inevitable, y como algo que le produce aversion, humillacion y hasta escandalo.