El libro presenta un análisis de la fiesta en Nueva España, en los años finales del Barroco, como una forma de teatralización del espacio urbano, extraordinaria y efímera por definición. El marco temporal abarca desde el reinado de Carlos II hasta 1760, año en el que Agustin de Ahumada y Villalon, marques de las Amarillas y ultimo de los virreyes nombrados por Felipe V, deja su cargo. Es un tiempo marcado por sor Juana Ines de la Cruz y otras figuras estelares como Carlos de Siguenza y Gongora. Son tambien años cruciales en la configuracion y desarrollo de una cultura literaria marcada ya plenamente por el auge de la conciencia criolla. Un periodo, ademas, en el que el fasto responde a la espectacularidad propia del Barroco, que lo impregna todo de una teatralidad desbordada.