Hoy en día, prácticamente todo el conocimiento humano se encuentra al alcance de nuestra mano: basta hacer tres clics en internet. Pero, ¿cómo llegamos a adquirir dicho conocimiento? Hicieron falta cientos y en ocasiones miles de años para comprender lo que en la actualidad nos parece evidente. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos pormenores se narran en esta colección. Los simios son nuestros primos y en el origen teníamos más cosas en común con ellos de las que estamos dispuestos a aceptar. ¡qué escándalo cuando esta historia de la familia fue relevada, a mediados del siglo xix!.en occidente, la idea de nuestra evolución resultaba inaceptable. Pero fósil tras fósil, y ahora gen tras gen, nuestro origen común con los otros grandes simios por fin se impuso a casi todos.
Hoy en día, prácticamente todo el conocimiento humano se encuentra al alcance de nuestra mano: basta hacer tres clics en internet. Pero, ¿cómo llegamos a adquirir dicho conocimiento? Hicieron falta cientos y en ocasiones miles de años para comprender lo que en la actualidad nos parece evidente. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos pormenores se narran en esta colección. ¿ a qué se parece el universo? A lo largo del tiempo, este pregunta ha dado lugar a las más diversas y contradictorias respuestas. El universo fue redondo, luego plano, cortado en dos, luego vuelto a pegar. Tuvo un centro, luego varios, y al final ningún; fue infinito, finito, infinito de nuevo... Hoy en día las creencias han dejado lugar a la ciencia, pero universo conserva siempre su parte de misterio. "todo comenzó hace 10,000 años, cuando los seres humanos inventaron la agricultura y se interesaron por primera vez en el curso de los astros".
Aunque hoy en día el efecto invernadero aparece en la prensa con frecuencia, se le conoce desde mediados del siglo XIX y siempre se ha sospechado de la influencia de la actividad humana en él. Sin embargo, para constatar el efecto del calentamiento global actual y aceptar la responsabilidad del hombre en su rapido crecimiento, hubo que luchar contra intereses ligados al desarrollo industrial que supuestamente esta sustentado por el conocimiento cientifico.
Hoy en día, prácticamente todo el conocimiento humano se encuentra al alcance de nuestra mano: basta hacer tres clics en internet. Pero, ¿cómo llegamos a adquirir dicho conocimiento? Hicieron falta cientos y en ocasiones miles de años para comprender lo que en la actualidad nos parece evidente. El conocimiento es una aventura, una odisea extraordinaria cuyos pormenores se narran en esta colección. Hoy en día, todo el mundo sabe de dónde vienen los niños. Sin embargo, se trata de un descubrimiento más o menos reciente. En el siglo xvii, por ejemplo, aún se creía que una mujer podía dar luz un cangrejo, y en el siglo xvii se pensaba que había "polen de bebé" flotando en el aire. A un científico se lo ocurrió, incluso, ponerle calzones a los sapos para aclarar el misterio de la fecundación, el cual no fue resuelto sino hacia finales del siglo xix.
En el siglo XIX nadie sospechaba que reptiles gigantes poblaron la Tierra durante millones de años, antes de que aparecieran los primeros homínidos. Por eso, cuando comenzaron a descubrir huesos enormes y dientes de tamaño terrorifico, los sabios hicieron todo por acomodar los nuevos datos a sus antiguas concepciones. Los chinos pensaron que eran dragones, los ingleses que eran los monstruos miticos de la Biblia. Poco a poco las evidencias se impusieron; en la Tierra existio una "era de reptiles" a los que se les dio nombre de "dinosaurios".