La evaluación consume buena parte del esfuerzo de los alumnos y de los profesores, provocando tensiones, alegrías y decepciones. En torno a ella gira gran parte de la cultura escolar. Cada año se cataloga de fracasados a muchos alumnos por haber suspendido los examenes. No cabe duda que la evaluacion, no solo de alumnos, es un proceso que permite mejorar la calidad de la educacion. Pero... ¿que estamos evaluando y como lo estamos haciendo? ¿Saben uds. que el 75% de los alumnos universitarios suspendio un examen de secundaria? Y no eran malos alumnos, estaban en el ultimo año de carrera universitaria. Realmente, la calidad de la enseñanza pasa tambien por evaluar las propias pruebas de evaluacion. En cierta manera este libro es un examen a la cultura escolar, que nos revela que hay muchas cosas que cambiar, porque educar es mucho mas que enseñar y enseñar es mucho mas que transmitir conocimientos. De la misma manera que aprender es mucho mas que estudiar y estudiar es algo mas que memorizar. Para mejorar nuestro sistema educativo, no basta con cambiar los contenidos ni con aumentar el numero de horas de clase. Es necesario cambiar la forma de enseñar y la forma de aprender. Es necesario tambien formar a los profesionales de la educacion pensando en los nuevos problemas educativos a los que han de enfrentarse en las aulas, no solo en los conocimientos. Hace falta un cambio en la cultura escolar.