"Como a todos los perros a Harold le encanta la comida pero Harold es diferente porque no para de imaginarse comida en los lugares más extraños: edificios, coches, buzones de correo, incluso
El pobre Sr. Rondón empieza el día con mal pie: despistado, se pone la chaqueta de su hijo y hace la ronda por el zoo mientras airea sus inseguridades. «¡Estás gordo!», se dice, y también: «No le gus